Resentimiento

El resentimiento es una emoción que nos inhabilita para avanzar en la vida, que nos hace permanecer atados a la perdida lastrándonos e impidiendo que veamos las ventanas de oportunidades que se abren ante nosotros.

Culpamos a la Vida que nos ha salido rana; a Dios que es el que tiene la solución y no la usa; a nuestros padres como arquetipos de la nutrición y la autoridad que nos lo deben todo; al mundo que nos pone la zancadilla...de todo lo malo que nos pasa...nos sentimos injustamente tratados...nos centramos en la desgracia y el dolor.

Cuando miramos nuestra existencia por el filtro del resentimiento todo nos sabe amargo, todo lo bello desaparece y vamos creando a nuestro alrededor un muro invisible de negatividad que por el efecto de la ley de la atracción se va engrosando a cada paso.

En este estado proyectamos al exterior nuestras decepciones volviéndonos rencorosos y gruñones, alejando poco a poco a los demás de nuestro lado, quedándonos cada vez más solos y amargados.

En el momento actual en que se están produciendo tantos movimientos de energía, tanto cambio vivido como perdida, este sentimiento aflora en la sociedad a pasos agigantados y no nos estamos dando cuenta de lo peligroso que es. Si no lo transmutamos nos vamos a quedar a medio camino, a medio camino hasta el momento en que aceptemos “la perdida” y la veamos como el paso necesario para que algo nuevo y mejor se manifieste en nuestras vidas.

Tenemos que tener en cuenta varias cosas:

En primer lugar: el Universo odia el vacío, todo lo que esta vacío tiende a llenarse, el Vacío encierra el potencial máximo de manifestación.

Si observamos nuestro jardín cuando quitamos las malas hierbas al final del invierno cara a la primavera, nos daremos cuenta que o sembramos inmediatamente aquellas flores de bellos colores que más nos gustan y que hemos elegido libremente o en pocos días tendremos de nuevo lleno de malas hierbas el jardín, más fuertes y lozanas que nunca.

Con la vida pasa lo mismo: o nos decidimos a elegir y plantar aquello que realmente es el deseo de nuestro corazón de forma consciente, o irá arraigando todo lo negativo que invoquemos desde la desesperanza y el descontrol de nuestros pensamientos obsesivos.

Porque finalmente todo lo provocamos nosotros con el poder de nuestra mente.

La vida solo es un espejo que nos refleja aquello que tenemos dentro.

Así que permanezcamos serenos, equilibrados y confiados ante la dificultad y todo se irá colocando en su sitio, facilmente.

En segundo lugar debemos saber que lo que nos sucede, absolutamente todo, lo ha elegido nuestra alma en acuerdo perfecto con nosotros y nuestro propósito para nuestro aprendizaje y nuestro crecimiento espiritual.

Puede que a muchos lo del crecimiento espiritual no os interese en absoluto, pero esta es la única manera de vivir la vida y avanzar en ella.

Si no bajamos a la Tierra la energía del Cielo no podremos elevar nuestra vibración de forma suficiente como para atraer las cosas buenas que nos están destinadas por Derecho Divino, haciendo posible el Cielo en la Tierra.

En cada situación difícil debemos buscar el aprendizaje que encierra y asimilar la lección lo más rápido posible para poder seguir avanzando y no tener que repetir curso, para poder salir de la rueda del Karma que nos hace volver a engancharnos a la misma experiencia una y otra vez. La única opción para salir de ella es aprender, lo que implica trascender lo negativo, aceptándolo y descubrir el aspecto positivo, porque lo tiene.

Y en tercer lugar algo más difícil todavía.

Cuando la situación que nos causa el resentimiento es la perdida de una madre... un padre...un hijo...el dolor sentido no se puede describir...nos duele físicamente el corazón...nos vacía energeticamente...nos roba las ganas de permanecer vivos.

Poco a poco vamos saliendo, se sale siempre, pero nos queda el resentimiento y la amargura.

Sobre todo si hemos visto sufrir, si hemos sido testigos silenciosos del dolor, si hemos permanecido cerca con las manos atadas e impotentes...

No es mucho el alivio, pero debemos saber que este sufrimiento tiene un sentido, que aunque nos parezca imposible ha sido buscado por el alma de la persona con un propósito claro.

Hay almas muy evolucionadas que elijen aprender la lección del sufrimiento en la vida, y no solo en el momento de asumir una dura enfermedad o en el de la muerte, si no a lo largo de toda ella, como rápido camino para su evolución, porque sí logran trascender el sufrimiento rendiéndose a él se ven catapultadas al Cielo.

Es tanto el anhelo de Luz de estas almas tan especiales que se atreven con todo, asumiendo experiencias que para otros serían inimaginables. Lo ven como una buena apuesta: un segundo a cambio de la eternidad.

Reflexionemos un poco en esto y veremos que es cierto, que algo en algún nivel nos dice que es verdad. Y podremos trascender nuestro propio sufrimiento, soltar nuestro dolor, el rencor, aprender la lección y así catapultarnos a su lado cuando nos llegue el momento...y mientras tanto aquí y ahora seguir su ejemplo.

Porque nosotros hemos elegido la misma lección, aunque por otra vía. Porque asumir compartir con ellas esa experiencia también manifiesta el anhelo de nuestras almas de volver a casa por el camino más rápido.

Por último decir que desde mi punto de vista el resentimiento es la única emoción que no sirve para nada (bueno hay otra, los celos).

Así que mientras antes nos liberemos de ella mejor nos irá en el mundo, porque volveremos a estar habilitados para reconocer las cosas buenas de la vida, seremos capaces de prestar atención a los detalles cotidianos que la llenan de belleza, amor, alegría...y poco a poco la Existencia nos dará más de los mismo porque cuando amamos la Vida tal como es somos capaces de ver que la Vida también nos ama a nosotros.