Pues bien, ahora ¿Cómo te sientes tú frente al cambio que estamos viviendo? ¿Cuál es tu vivencia, su matiz emocional, dime?
Bach nos aconseja a los terapeutas: “No consideréis la enfermedad, pensad solo como ve la vida el enfermo”.
Así que dependiendo de esto te ayudará más una flor que otra. Por ahora hemos visto tres de las que nos podrían ser útiles en el momento presente:
Walnut para los cambios y nuevos comienzos a todos los niveles. Nos ayuda a permanecer fieles a nosotros mismos y confiar en nuestra sabiduría interior libres de influencias externas.
Willow cuando es el resentimiento ante la perdida que implican los cambios y la amargura por el pasado vivido la que no nos deja avanzar pues nos quedamos enganchados a él sin ver las nuevas y maravillosas posibilidades que nos ofrece la vida en el momento presente. Nos cerramos a ellas y no somos capaces de percibir la responsabilidad que tenemos sobre nuestra situación actual.
Suwet Chesnut para cuando este cambio se vive como una transformación espiritual y seguimos luchando más allá de nuestros limites a pesar de no encontrar respuesta. Para el tremendo sufrimiento que implica esta prueba de fe. Para cuando lo que buscamos al final del camino de manera consciente no es una nueva vida si no la VIDA NUEVA.
Estas esencias responden a tres maneras diferentes de vivir una misma situación, pero habría muchas más posibilidades: miedo al futuro (Mimulus), miedo que paraliza(Rock rose), desesperanza (Gorse), falta de confianza en la capacidad de uno mismo (Larch), la sensación de no poder con la carga que nos ha tocado en esta vida(Elms)...las posibilidades de vivir un mismo hecho de forma diferente son infinitas y todas las básicas, las cuales subyacen a todas las demás, quedan recogidas en el sistema floral de 38 esencias del Dr. Edward Bach.
Bueno, pues ya tenemos herramienta para actuar y hacernos cargo de nuestro malestar tomando la responsabilidad sobre nuestras emociones.
¿Que es lo que vamos a hacer con ellas?
Con el miedo, la duda, la desesperanza...podemos decidir permanecer como estamos, seguir quejandonos, entonar el pobre de mí...o bien poner manos a la obra y apoyarnos en alguna de estas esencias para salir de nuestro sufrimiento y avanzar libremente, abiertos a recibir lo nuevo, viviendo la aventura que supone estar aquí en un periodo trascendente para la evolución de la humanidad.
La decisión es tuya.
Bach nos aconseja a los terapeutas: “No consideréis la enfermedad, pensad solo como ve la vida el enfermo”.
Así que dependiendo de esto te ayudará más una flor que otra. Por ahora hemos visto tres de las que nos podrían ser útiles en el momento presente:
Walnut para los cambios y nuevos comienzos a todos los niveles. Nos ayuda a permanecer fieles a nosotros mismos y confiar en nuestra sabiduría interior libres de influencias externas.
Willow cuando es el resentimiento ante la perdida que implican los cambios y la amargura por el pasado vivido la que no nos deja avanzar pues nos quedamos enganchados a él sin ver las nuevas y maravillosas posibilidades que nos ofrece la vida en el momento presente. Nos cerramos a ellas y no somos capaces de percibir la responsabilidad que tenemos sobre nuestra situación actual.
Suwet Chesnut para cuando este cambio se vive como una transformación espiritual y seguimos luchando más allá de nuestros limites a pesar de no encontrar respuesta. Para el tremendo sufrimiento que implica esta prueba de fe. Para cuando lo que buscamos al final del camino de manera consciente no es una nueva vida si no la VIDA NUEVA.
Estas esencias responden a tres maneras diferentes de vivir una misma situación, pero habría muchas más posibilidades: miedo al futuro (Mimulus), miedo que paraliza(Rock rose), desesperanza (Gorse), falta de confianza en la capacidad de uno mismo (Larch), la sensación de no poder con la carga que nos ha tocado en esta vida(Elms)...las posibilidades de vivir un mismo hecho de forma diferente son infinitas y todas las básicas, las cuales subyacen a todas las demás, quedan recogidas en el sistema floral de 38 esencias del Dr. Edward Bach.
Bueno, pues ya tenemos herramienta para actuar y hacernos cargo de nuestro malestar tomando la responsabilidad sobre nuestras emociones.
¿Que es lo que vamos a hacer con ellas?
Con el miedo, la duda, la desesperanza...podemos decidir permanecer como estamos, seguir quejandonos, entonar el pobre de mí...o bien poner manos a la obra y apoyarnos en alguna de estas esencias para salir de nuestro sufrimiento y avanzar libremente, abiertos a recibir lo nuevo, viviendo la aventura que supone estar aquí en un periodo trascendente para la evolución de la humanidad.
La decisión es tuya.
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