Podríamos relacionar esta esencia con el mito del Ave Fenix, aquel que renace de sus propias cenizas.
Implica el principio de muerte y resurrección, el abandono de un estilo de vida, de un sistema de valores y creencias, de esquemas de pensamiento que ya no nos sirven para procesar lo que esta ocurriendo, y abrazar nuevas formas de entender la realidad.
Este proceso lleva en si mismo el germen de la regeneración y de la nueva vida.
Esta nueva visión estará guiada por una emergente personalidad más intuitiva y en contacto permanente con los mensajes de su Ser Superior.
Pero para que esto acontezca debemos pasar por La noche oscura del Alma donde el dolor y el sufrimiento serán directamente proporcionales a las resistencias que oponga el ego al renacer espiritual.
Nos dice Bach: “Es la flor para el estado interior atormentado, en el que parece estar amenazada hasta la propia existencia del alma, para la desesperación sin alicientes de aquellos que creen haber llegado al limite de la resistencia”.
Suwet Chesnut (SCH) implica tremendo sufrimiento, pero muchas veces se da a unos niveles tan profundos del ser que la personalidad no lo registra haciendo imposible ponerlos en el consciente, por lo que muy raramente manifiesta su malestar: aparentemente todo marcha bien.
En SCH nos encontramos ante la hora de la verdad, en ese momento presente en el que no hay ni pasado ni mañana solo la presencia del inmenso vació de la existencia ante nosotros.
¡Y no es metafórico!
Se siente profundamente esta soledad, esta ausencia de guia o asidero, a pesar de lo cual se sigue luchando valiente y esperanzadamente hasta el limite de la resistencia, porque se sabe con certeza absoluta que está a punto de llegar algo esencialmente nuevo, algo que uele a sagrado.
Según M. Scheffer esto es así para que la vieja estructura de la personalidad pueda abrirse con el propósito de crear espacio a nuevas dimensiones de conciencia.
Únicamente a través de esta disolución de la personalidad queda libre el camino hacia nuevos planos de conciencia o hacía Dios.
M. Scheffer escribe: “SCH reconoce que le quitan todo porque debe marchar con las manos vacías para poder tomar de nuevo lo que viene hacía él; comprende que debe abandonarse por entero para nacer de nuevo”
SCH es una esencia altamente espiritualizada que tiene un papel sumamente importante en el momento presente pues nos ayuda a muchos de los que estamos aquí y ahora a superar el sufrimiento que los cambios que estamos viviendo traen consigo, apoyandonos en el renacimiento hacía una vida más espiritual, más plena y en armonía con los designios de nuestra alma.
Cobra un valor en lo transpersonal pues estos cambios nos afectan a todos, no podemos hacerlos solos.
Todos vamos a Ascender juntos a una nueva dimensión de conciencia y en ese viaje nos acompaña esta flor.
Implica el principio de muerte y resurrección, el abandono de un estilo de vida, de un sistema de valores y creencias, de esquemas de pensamiento que ya no nos sirven para procesar lo que esta ocurriendo, y abrazar nuevas formas de entender la realidad.
Este proceso lleva en si mismo el germen de la regeneración y de la nueva vida.
Esta nueva visión estará guiada por una emergente personalidad más intuitiva y en contacto permanente con los mensajes de su Ser Superior.
Pero para que esto acontezca debemos pasar por La noche oscura del Alma donde el dolor y el sufrimiento serán directamente proporcionales a las resistencias que oponga el ego al renacer espiritual.
Nos dice Bach: “Es la flor para el estado interior atormentado, en el que parece estar amenazada hasta la propia existencia del alma, para la desesperación sin alicientes de aquellos que creen haber llegado al limite de la resistencia”.
Suwet Chesnut (SCH) implica tremendo sufrimiento, pero muchas veces se da a unos niveles tan profundos del ser que la personalidad no lo registra haciendo imposible ponerlos en el consciente, por lo que muy raramente manifiesta su malestar: aparentemente todo marcha bien.
En SCH nos encontramos ante la hora de la verdad, en ese momento presente en el que no hay ni pasado ni mañana solo la presencia del inmenso vació de la existencia ante nosotros.
¡Y no es metafórico!
Se siente profundamente esta soledad, esta ausencia de guia o asidero, a pesar de lo cual se sigue luchando valiente y esperanzadamente hasta el limite de la resistencia, porque se sabe con certeza absoluta que está a punto de llegar algo esencialmente nuevo, algo que uele a sagrado.
Según M. Scheffer esto es así para que la vieja estructura de la personalidad pueda abrirse con el propósito de crear espacio a nuevas dimensiones de conciencia.
Únicamente a través de esta disolución de la personalidad queda libre el camino hacia nuevos planos de conciencia o hacía Dios.
M. Scheffer escribe: “SCH reconoce que le quitan todo porque debe marchar con las manos vacías para poder tomar de nuevo lo que viene hacía él; comprende que debe abandonarse por entero para nacer de nuevo”
SCH es una esencia altamente espiritualizada que tiene un papel sumamente importante en el momento presente pues nos ayuda a muchos de los que estamos aquí y ahora a superar el sufrimiento que los cambios que estamos viviendo traen consigo, apoyandonos en el renacimiento hacía una vida más espiritual, más plena y en armonía con los designios de nuestra alma.
Cobra un valor en lo transpersonal pues estos cambios nos afectan a todos, no podemos hacerlos solos.
Todos vamos a Ascender juntos a una nueva dimensión de conciencia y en ese viaje nos acompaña esta flor.
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