En los primeros días del próximo mes de julio Pedro López Clemente lleva a cabo su formación en terapia floral, en concreto su curso sobre su sistema, las Flores Áureas.
Se realiza en dos fines de semana consecutivos en un hotel de Alcobendas. Recomiendo la asistencia porque Pedro habla de mucho más que de las esencias florales. Pedro presenta un nuevo paradigma de conciencia y las claves para su comprensión.
Pedro es una persona coherente que vive llevando a la práctica aquello que predica, se moja y se compromete con la vida, cree en la energía de la cooperación (color Coral en Aura-Soma) y está altamente individualizado (Turquesa en Aura-Soma).
El mensaje de Pedro se centra en varias ideas que ya iré comentando porque me parecen lúcidas y reveladoras del momento presente, pero en esta ocasión quiero hablar del proceso que él define como Alquimia Interior.
La Alquimia se ha entendido tradicionalmente como la transmutación del plomo en oro. El proceso de Alquimia Interior consistiría en un cambio de frecuencias a nivel del hipotálamo que convertiríanlas sales celulares de nuestro organismo que contienen plomo en oro. Ello implicaría cambios hipotalamicos y transformaciones biológicas.
Estos cambios en el psiquismo determinan mi umbral de “discernimiento transcente” que sería la capacidad de salir de lo mundano, de mirar hacia arriba y recibir la inspiración de lo sagrado.
Cuando encarnamos, junto a nuestra memoria celular primigenia e inmaculada (el hidrogeno es el sistema de memoria de la naturaleza) que nos habla de Quienes Realmente Somos, se graba en nuestro disco duro otra impregnación, la herencia de los ancestros, que condiciona nuestra toma de decisiones y nos aleja de la posibilidad de ser conscientes de nuestro Propósito, y de nuestra Conexión Superior. Este sería el pecado original, o el origen del pecado, que es lo mismo: perder la conexión.
A esta grabación superpuesta al programa original la llama Pedro “la mentira celular”, porque nos aleja de quienes realmente somos, siendo que el pensamiento con el que nos identificamos no es nuestro, sino que pertenece a la memoria de la tribu y nos hace repetir patrones de conducta que se activan desde el miedo.
La manera de recobrar la “memoria de sí” y salir de estos patrones es ser fiel a uno mismo, al Si Mismo.
¿Cuando soy fiel a mi mismo y me alejo de la respuesta de la tribu?
Cuando me esfuerzo en que en mi toma de decisiones no tenga un papel importante el miedo, el egoísmo, mis carencias o la necesidad de reconocimiento.
Para ello necesito atención a mi mismo, disciplina y perseverancia, y así me mantengo en la IMPECABILIDAD.
Cuando actuamos desde el miedo activamos lo más denso de nuestras células. La mayoría de las decisiones equivocadas las tomamos desde el miedo, reforzando el psiquismo celular de los ancestros con lo que es más difícil que tomemos decisiones inspiradas desde lo trascendente.
Cada vez que tomo mis decisiones libre del miedo (todas las flores del primer grupo del sistema floral de Bach y el amarillo en Aura-Soma) puedo hacerlo de forma más equilibrada.
Cuando mi prioridad es responder libre de egoísmo, de forma justa y ecuánime, se activa a nivel celular la energía mas sutil contenidas en las moléculas de hidrogeno, reduciendo con ello el psiquismo de los ancestros y aumentando la claridad y la oportunidad de encontrar el camino que me lleve al recuerdo de quien realmente soy y de mi propósito en el mundo.
En función de la cantidad de ombligo que quito en mi toma de decisiones podré encontrar mi camino, pero no me puedo quedar en el pensamiento, tengo que pasar a la acción, únicamente cambiando mi manera de hacer las cosas cambio la energía. El cambio de perspectiva se convierte así en algo ejecutivo: nos tenemos que mover de sitio.
Cuanto más impecables y más puros seamos, más virtud iremos poniendo en nuestra memoria celular, contrarrestando con ello el error de los ancestros que nos desvía de nuestro camino, que nos lleva a dar respuestas automáticas al medio pensando que las respuestas son nuestras, o sea, sin conciencia del error.
Esto implica estar presentes en el DIA a DIA buscando continuamente mayores niveles de rectitud y equidad más allá de nuestro ombligo. Cuando se adquiere “virtud celular” a través de ser impecables se adquiere DIGNIDAD CELULAR.
Recuperar Dignidad Celular va acompañado de un aumento de discernimiento y claridad mental.
Lo que importa no es lo que se hace sino desde donde se hace: sobreponiéndose al miedo en la hora de tomar decisiones; actuando no desde lo que me conviene sino desde lo que es justo aunque me perjudique la jugada; no tomar decisiones desde la búsqueda de aplauso o reconocimiento…Una pista para pillarnos: cuando necesitamos justificarnos es que no hemos sido impecables.
Dicho someramente: mediante la adquisición de virtud celular a través de la impecabilidad llevada a la acción, se produce un cambio de energía que provoca un cambio hipotalámico que envía señales a la pineal y luego al timo, lo que elimina la memoria de los ancestros, “el error celular” y nos permite recordar quienes somos. Pero para poner en marcha este proceso tenemos que despertar al hipotálamo desde la virtud celular que se produce cuando comenzamos a hacer las cosas de otra manera.
Todas las claves de quienes somos las tenemos dentro, la búsqueda que tiene que ver con la “memoria de si” es una búsqueda interna, si tomamos la decisión de ser impecables y perseveramos en el intento comenzaremos a mover fichas y avanzaremos con paso firme en el camino del autodescubrimiento.
Pero para tener futuro hay que dejar atrás el pasado, porque sino, tu futuro sigue siendo una continuación del pasado.
Hay que aislar la información del pasado ancestral para poder elegir nuestro propio camino y hacer lo que tenemos que hacer libres de condicionamientos. Al responder con impecabilidad, lejos del miedo, el egoísmo, las carencias y la necesidad de reconocimiento, es lo que estamos haciendo.
El propósito especifico de las Esencias Áureas de Pedro López Clemente es apoyarnos en este proceso. Tengo comprobado que los Equilibrium de Aura-Soma también lo hacen, pero eso queda pendiente para otro día.
Se realiza en dos fines de semana consecutivos en un hotel de Alcobendas. Recomiendo la asistencia porque Pedro habla de mucho más que de las esencias florales. Pedro presenta un nuevo paradigma de conciencia y las claves para su comprensión.
Pedro es una persona coherente que vive llevando a la práctica aquello que predica, se moja y se compromete con la vida, cree en la energía de la cooperación (color Coral en Aura-Soma) y está altamente individualizado (Turquesa en Aura-Soma).
El mensaje de Pedro se centra en varias ideas que ya iré comentando porque me parecen lúcidas y reveladoras del momento presente, pero en esta ocasión quiero hablar del proceso que él define como Alquimia Interior.
La Alquimia se ha entendido tradicionalmente como la transmutación del plomo en oro. El proceso de Alquimia Interior consistiría en un cambio de frecuencias a nivel del hipotálamo que convertiríanlas sales celulares de nuestro organismo que contienen plomo en oro. Ello implicaría cambios hipotalamicos y transformaciones biológicas.
Estos cambios en el psiquismo determinan mi umbral de “discernimiento transcente” que sería la capacidad de salir de lo mundano, de mirar hacia arriba y recibir la inspiración de lo sagrado.
Cuando encarnamos, junto a nuestra memoria celular primigenia e inmaculada (el hidrogeno es el sistema de memoria de la naturaleza) que nos habla de Quienes Realmente Somos, se graba en nuestro disco duro otra impregnación, la herencia de los ancestros, que condiciona nuestra toma de decisiones y nos aleja de la posibilidad de ser conscientes de nuestro Propósito, y de nuestra Conexión Superior. Este sería el pecado original, o el origen del pecado, que es lo mismo: perder la conexión.
A esta grabación superpuesta al programa original la llama Pedro “la mentira celular”, porque nos aleja de quienes realmente somos, siendo que el pensamiento con el que nos identificamos no es nuestro, sino que pertenece a la memoria de la tribu y nos hace repetir patrones de conducta que se activan desde el miedo.
La manera de recobrar la “memoria de sí” y salir de estos patrones es ser fiel a uno mismo, al Si Mismo.
¿Cuando soy fiel a mi mismo y me alejo de la respuesta de la tribu?
Cuando me esfuerzo en que en mi toma de decisiones no tenga un papel importante el miedo, el egoísmo, mis carencias o la necesidad de reconocimiento.
Para ello necesito atención a mi mismo, disciplina y perseverancia, y así me mantengo en la IMPECABILIDAD.
Cuando actuamos desde el miedo activamos lo más denso de nuestras células. La mayoría de las decisiones equivocadas las tomamos desde el miedo, reforzando el psiquismo celular de los ancestros con lo que es más difícil que tomemos decisiones inspiradas desde lo trascendente.
Cada vez que tomo mis decisiones libre del miedo (todas las flores del primer grupo del sistema floral de Bach y el amarillo en Aura-Soma) puedo hacerlo de forma más equilibrada.
Cuando mi prioridad es responder libre de egoísmo, de forma justa y ecuánime, se activa a nivel celular la energía mas sutil contenidas en las moléculas de hidrogeno, reduciendo con ello el psiquismo de los ancestros y aumentando la claridad y la oportunidad de encontrar el camino que me lleve al recuerdo de quien realmente soy y de mi propósito en el mundo.
En función de la cantidad de ombligo que quito en mi toma de decisiones podré encontrar mi camino, pero no me puedo quedar en el pensamiento, tengo que pasar a la acción, únicamente cambiando mi manera de hacer las cosas cambio la energía. El cambio de perspectiva se convierte así en algo ejecutivo: nos tenemos que mover de sitio.
Cuanto más impecables y más puros seamos, más virtud iremos poniendo en nuestra memoria celular, contrarrestando con ello el error de los ancestros que nos desvía de nuestro camino, que nos lleva a dar respuestas automáticas al medio pensando que las respuestas son nuestras, o sea, sin conciencia del error.
Esto implica estar presentes en el DIA a DIA buscando continuamente mayores niveles de rectitud y equidad más allá de nuestro ombligo. Cuando se adquiere “virtud celular” a través de ser impecables se adquiere DIGNIDAD CELULAR.
Recuperar Dignidad Celular va acompañado de un aumento de discernimiento y claridad mental.
Lo que importa no es lo que se hace sino desde donde se hace: sobreponiéndose al miedo en la hora de tomar decisiones; actuando no desde lo que me conviene sino desde lo que es justo aunque me perjudique la jugada; no tomar decisiones desde la búsqueda de aplauso o reconocimiento…Una pista para pillarnos: cuando necesitamos justificarnos es que no hemos sido impecables.
Dicho someramente: mediante la adquisición de virtud celular a través de la impecabilidad llevada a la acción, se produce un cambio de energía que provoca un cambio hipotalámico que envía señales a la pineal y luego al timo, lo que elimina la memoria de los ancestros, “el error celular” y nos permite recordar quienes somos. Pero para poner en marcha este proceso tenemos que despertar al hipotálamo desde la virtud celular que se produce cuando comenzamos a hacer las cosas de otra manera.
Todas las claves de quienes somos las tenemos dentro, la búsqueda que tiene que ver con la “memoria de si” es una búsqueda interna, si tomamos la decisión de ser impecables y perseveramos en el intento comenzaremos a mover fichas y avanzaremos con paso firme en el camino del autodescubrimiento.
Pero para tener futuro hay que dejar atrás el pasado, porque sino, tu futuro sigue siendo una continuación del pasado.
Hay que aislar la información del pasado ancestral para poder elegir nuestro propio camino y hacer lo que tenemos que hacer libres de condicionamientos. Al responder con impecabilidad, lejos del miedo, el egoísmo, las carencias y la necesidad de reconocimiento, es lo que estamos haciendo.
El propósito especifico de las Esencias Áureas de Pedro López Clemente es apoyarnos en este proceso. Tengo comprobado que los Equilibrium de Aura-Soma también lo hacen, pero eso queda pendiente para otro día.
Comentarios
Publicar un comentario