¿Qué tal va todo?
Cuánto tiempo!!!
He estado liada liadísima, aunque parezca mentira...y sigo liada liadísima, pero quería compartir un interesante descubrimiento que estoy haciendo de la mano de una buena amiga.
Ya sabemos que los sueños tienen un immenso potencial, en ellos se nos ofrecen mensajes e información que nos llegan de nuestro incosciente más profundo, en ocasiones incluso de un poquito más allá.
Pero últimamente estoy trabajando con los sueños de una forma más intencional y consciente con resultados asombrosos.
Cuando estamos dormidos ciertos filtros de la conciencia se relajan y desaparecen de forma que durante el sueño tenemos acceso a los ámbitos más profundos de nuestra mente, de nuestro ser, incluso podríamos conectar con el incosciente colectivo o los registros akashicos, durante el sueño todo es posible...¿quien no ha volado en sueños?...no existen las limitaciones, ni las resistencias...la realidad se transforma...los sueños son posibles.
Pero... ¿cúando soñamos, cuando estamos despiertos o cuando estamos dormidos? Y si convertimos los sueños en un portal a otra dimensión? A la dimensión de nuestra vida a la que no tenemos acceso de forma habitual, a la dimensión incosciente que nos gobierna sin que podamos tener conocimiento de ello, apenas algun atisbo...Y desde ahí, sin a penas esfuerzo cambiamos la realidad que se manifesta cuando estamos despiertos...¿Sería una terapia cómoda y rápida!
Vale, pues se puede hacer de forma fácil, muy fácil. Desde el sueño podemos sanar este lado de nuestra existencia. Porque ¿cuándo estamos más despiertos, cuando soñamos o cuando dormimos?
Si el incosciente es lo oculto, pero lo que realmente gobierna nuestra vida desde la trastienda, y se manifiesta en las horas de sueño a través de esas imágenes que muchas veces creemos sin sentido, deberíamos aprender a relacionarnos con él, a escucharlo, porque seguro que tiene algo que decirnos...y lo intenta claro que lo intenta...dolores de cabeza...caídas...golpes...lapsus ligue...actos fallidos...accidentes...pero no escuchamos.
Los sueños forman parte de ese material y cuando decidimos de forma consciente escuchar, cuando decidimos que vamos a tener en cuenta lo que se nos diga, qué queremos dialogar con nuestro inconsciente, incluso con nuestra Alma, a través de los sueños, tiene comienzo una conversación muy muy interesante, extraordinaria y sanadora...Y esto se puede conseguir, practicamente de un día para otro, de forma fácil, muy fácil, y lo mejor...ES GRATIS.
¿Interesa?
Os lo vais pensando...quien quiera probar...mañana...o pasado, le digo cómo.
Cuánto tiempo!!!
He estado liada liadísima, aunque parezca mentira...y sigo liada liadísima, pero quería compartir un interesante descubrimiento que estoy haciendo de la mano de una buena amiga.
Ya sabemos que los sueños tienen un immenso potencial, en ellos se nos ofrecen mensajes e información que nos llegan de nuestro incosciente más profundo, en ocasiones incluso de un poquito más allá.
Pero últimamente estoy trabajando con los sueños de una forma más intencional y consciente con resultados asombrosos.
Cuando estamos dormidos ciertos filtros de la conciencia se relajan y desaparecen de forma que durante el sueño tenemos acceso a los ámbitos más profundos de nuestra mente, de nuestro ser, incluso podríamos conectar con el incosciente colectivo o los registros akashicos, durante el sueño todo es posible...¿quien no ha volado en sueños?...no existen las limitaciones, ni las resistencias...la realidad se transforma...los sueños son posibles.
Pero... ¿cúando soñamos, cuando estamos despiertos o cuando estamos dormidos? Y si convertimos los sueños en un portal a otra dimensión? A la dimensión de nuestra vida a la que no tenemos acceso de forma habitual, a la dimensión incosciente que nos gobierna sin que podamos tener conocimiento de ello, apenas algun atisbo...Y desde ahí, sin a penas esfuerzo cambiamos la realidad que se manifesta cuando estamos despiertos...¿Sería una terapia cómoda y rápida!
Vale, pues se puede hacer de forma fácil, muy fácil. Desde el sueño podemos sanar este lado de nuestra existencia. Porque ¿cuándo estamos más despiertos, cuando soñamos o cuando dormimos?
Si el incosciente es lo oculto, pero lo que realmente gobierna nuestra vida desde la trastienda, y se manifiesta en las horas de sueño a través de esas imágenes que muchas veces creemos sin sentido, deberíamos aprender a relacionarnos con él, a escucharlo, porque seguro que tiene algo que decirnos...y lo intenta claro que lo intenta...dolores de cabeza...caídas...golpes...lapsus ligue...actos fallidos...accidentes...pero no escuchamos.
Los sueños forman parte de ese material y cuando decidimos de forma consciente escuchar, cuando decidimos que vamos a tener en cuenta lo que se nos diga, qué queremos dialogar con nuestro inconsciente, incluso con nuestra Alma, a través de los sueños, tiene comienzo una conversación muy muy interesante, extraordinaria y sanadora...Y esto se puede conseguir, practicamente de un día para otro, de forma fácil, muy fácil, y lo mejor...ES GRATIS.
¿Interesa?
Os lo vais pensando...quien quiera probar...mañana...o pasado, le digo cómo.
Me da un poco de miedo eso que cuentas... ¿Qué pasa si (como a casi todo el mundo le ha pasado alguna vez, creo yo) sueñas que te mueres tú o alguno de tus seres queridos? No me convence hacerle tanto caso al subconsciente... Como dijo Serrat, "prefiero la vida al sueño"... Abrazos
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