Aguardo en silencio, a la escucha.
La quietud da paso al movimiento, lo Yin permite lo Yang.
No es fácil tomar la decisión de ser Yin en este mundo en el que prevalece la acción, en el que el patrón masculino se ha impuesto sobre el femenino, en el que si no te mueves pareces retroceder.
Encontrar ese equilibrio es necesario, es necesaria la quietud hasta que llegue el momento de iniciar el movimiento.
Si me muevo en el momento preciso el movimiento será fácil, la acción será la correcta, en armonía con el momento surgirá desde la Presencia y el ahora no será un medio para un fin, cobrara valor en si mismo.
Desde lo Yin conecto con el momento preciso y la acción adecuada aparece sola.
Si permanezco a la escucha en el silencio, podré sentir cual es el momento de ponerme en marcha.
El momento aparece, solo hay que esperarlo: este es el principio femenino de la existencia, el principio receptivo del que nos hemos desconectado. Reconectar con el nos permitirá reencontrar el equilibrio y no perdernos fuera, ni derrochar energía en una acción compulsiva e inútil.
Permanezco en silencio y a la escucha, atenta, esperando el momento adecuado, porque todo llega.
Decido Ser Yin.
La quietud da paso al movimiento, lo Yin permite lo Yang.
No es fácil tomar la decisión de ser Yin en este mundo en el que prevalece la acción, en el que el patrón masculino se ha impuesto sobre el femenino, en el que si no te mueves pareces retroceder.
Encontrar ese equilibrio es necesario, es necesaria la quietud hasta que llegue el momento de iniciar el movimiento.
Si me muevo en el momento preciso el movimiento será fácil, la acción será la correcta, en armonía con el momento surgirá desde la Presencia y el ahora no será un medio para un fin, cobrara valor en si mismo.
Desde lo Yin conecto con el momento preciso y la acción adecuada aparece sola.
Si permanezco a la escucha en el silencio, podré sentir cual es el momento de ponerme en marcha.
El momento aparece, solo hay que esperarlo: este es el principio femenino de la existencia, el principio receptivo del que nos hemos desconectado. Reconectar con el nos permitirá reencontrar el equilibrio y no perdernos fuera, ni derrochar energía en una acción compulsiva e inútil.
Permanezco en silencio y a la escucha, atenta, esperando el momento adecuado, porque todo llega.
Decido Ser Yin.
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