TESINA, 10

UNA AMIGA

Llevamos toda la tarde esperando…no sabemos que ha podido pasar…es nuestra primera vez…estamos algo nerviosas, y también algo decepcionadas.
Mi niña y yo nos hemos atrevido a invitar a nuestra sombra a tomar el té.
Invitarla a comer nos parecía mucho para la primera vez, demasiado tiempo, demasiado comprometido…después de pensarlo mucho decidimos algo más ligero…
Creemos que ya es hora de ponernos cara a cara con está vieja conocida y proponerle una relación más cordial de la que hemos tenido hasta el momento.
Mi intención es pedirle que me cuente cosas de sí misma para que la pueda entender, y responder a sus preguntas, si las tiene. Posiblemente si conseguimos que nuestro primer encuentro sea fluido nos vaya mejor a las tres de ahora en adelante…bueno, no se pierde nada por intentarlo…
…Pero llevamos toda la tarde esperando y no aparece…estamos decepcionadas…y quizás también, porque no reconocerlo, un tanto aliviadas…pero no tiene sentido posponer lo inevitable…creo que ya es tiempo de vernos frente a frente y decirnos todo lo que tengamos que decirnos…pero la cosa es que no aparece…no la vemos por ninguna parte…y mi niña y yo mano sobre mano, no sabemos que hacer para que aparezca…
Estamos solas en casa, mis gatos nos rodean, y el Sol se va poniendo, despacito… ya estamos casi en verano y las tardes se prolongan infinitas…hemos preparado un té con aromas de canela, pero el agua ya está fría, habrá que volver a calentarla, si viene…y ya solo quedan la mitad de las pastas que lo acompañaban, mi niña no ha podido esperar más, tenía ganas de merendar y claro, ha terminado con las de chocolate, que son las que más le gustan…
…Y seguimos esperando…ya está bastante oscuro…mi niña se ha quedado dormida, para no molestarla no enciendo la luz, me las apaño con una vela…
Y…ahí está…no la he visto entrar…como siempre, como suele pasar, ha aparecido sin avisar…
Me mira de frente y me sonríe, yo en cambio la miro sorprendida e incomoda a la vez, ella parece estar en su salsa, encantada de salir a la Luz, pero a mi su presencia me incomoda más de lo que esperaba…creo que me había hecho una idea equivocada de este encuentro…estoy empezando a arrepentirme…mis emociones empiezan a pulsar incomodas en mi pecho…siento como me arden los ojos, espero no llorar…pero no lo tengo fácil….la sombra es poderosa…intensa…menos mal que la niña sigue dormida…espero que no se despierte…ella es tan pequeña…tan frágil…tan inocente…tan vulnerable…
…Y de repente mi niña se despierta…
Sombra: Hola, siento haberte despertado…
Niña: Hola…tenía sueño…estábamos esperando a una amiga, pero tardaba mucho y me he quedado dormida…
Sombra: Lo siento, disculpa, no podía venir antes, mi piel es muy delicada, salgo poco y demasiada Luz me molesta…la Luz tiene que ser tenue para que yo aparezca.
Niña: Entonces, ¿no podemos encender la Luz…?
Sombra: ¡No, ni se te ocurra! ¡Si enciendes la Luz, me iré!
Niña: Creo que te conozco, me suena tu cara…
Sombra: Si, me conoces, he crecido a tu lado, aunque nunca has querido jugar conmigo, te daba miedo que nos vieran juntas…y a veces has estado sola, muy sola por mi culpa, bueno en realidad por la tuya, por no querer incluirme en el juego…pero yo también he estado sola…
A la sombra se le quiebra la voz al decirlo…¡Vaya, me sorprenden sus emociones!…no me lo esperaba, me da pena, parece que ha sufrido…
La sombra me mira inocente, siento la inocencia en su mirada, su soledad, me doy cuenta que se siente injustamente tratada, pero a pesar de ello no veo rencor en sus ojos, solo un atisbo de tristeza…hay algo en ella…hay algo en ella…que…me recuerda a mi niña…hay algo en ella que no entiende…hay interrogantes en su mirada…
Niña: No te entiendo, hablas raro…
Sombra: Te daba vergüenza, miedo, acercarte a las otras niñas, te sentías diferente a las demás, que valías menos que ellas, que eras peor que ellas, que no hacías las cosas igual de bien que ellas…y eso te hacía sentir sola…todo era por mi, por no querer incluirme en el juego, todo era porque te avergonzabas de mi.
Niña: No lo entiendo…
Sombra: Si hubieses querido jugar conmigo, si me hubieses dejado que jugase con vosotras eso no te habría pasado…te habrías dado cuenta de que yo también sabía jugar, que yo también era buena, tanto como las demás…pero nunca me diste la oportunidad de demostrártelo.
La niña permanece en silencio, escucha, los ojos abiertos…me mira buscando un aliado…yo asiento con la cabeza y le guiño un ojo…lo está haciendo bien, muy bien…
Yo si entiendo, sé por donde quiere ir la sombra, y empiezo a verlo todo claro, me voy relajando…permito que continúen, es la niña la que necesita entender, sentir lo que le dicen, es ella la protagonista en este momento, necesita ponerse en contacto con lo que la tiene anclada en el miedo, en la falta de confianza en sí misma…sí lo descubre, sí lo integra, las dos avanzaremos…
Sombra: Me mantenías escondida…estabas todo el día preocupada de que nadie me viera, con miedo a que descubrieran nuestra secreta amistad…porque sí, éramos amigas, muy amigas, aunque no quieras reconocerlo…siempre hemos ido juntas…y a veces, cuando me lo has permitido, he podido ayudarte, pero claro, esto ha sido muy pocas veces porque tu no me dejabas.
La niña esta pensando en todas esas amigas que le han querido ayudar tantas veces y que ella no las ha dejado por no confiar en ser lo suficientemente buena…en merecérselo…quizás la sombra se refiera a eso…o a algo parecido…
Niña: ¿Cuándo me has ayudado? No me acuerdo…
Sombra: Bueno, claro, eso es típico, prefieres recordar lo malo y así tienes un motivo más para olvidarte de mí. Te he ayudado muchas veces, desde mi escondite secreto te he ayudado muchas veces. Cada vez que has querido ser mejor ha sido gracias a mi; cada vez que te has enfrentado a un desafío ha sido gracias a mi; cada vez que has progresado ante una situación difícil ha sido por mi; cuando has descubierto algo nuevo en ti que desconocías, algo nuevo y maravilloso, ha sido porque has permitido que yo me pusiera a tu lado en el camino. Somos muy distintas, pero trabajamos muy bien juntas, ¿sabes? A ti no te gusta, porque requiere mucho esfuerzo hacerlo, pero yo estoy deseando que lo hagamos, yo estoy deseando darte mi apoyo.
Niña: No entiendo porque cuesta tanto que seamos amigas…
Sombra: Porque no me ves, porque de forma habitual no me ves.
Niña: ¿Por qué no puedo verte?
Sombra: Porque me has escondido…y me has olvidado…
Vuelvo a sentir la tristeza de la sombra…su frustración…se siente incomprendida, se siente profundamente incomprendida…creo que ella siente que su papel es importante y que no se lo reconocemos…siento que necesita que la escuchemos, soltar todo lo que lleva dentro y que no ha tenido oportunidad de expresar hasta el momento…
Niña: ¡Yo!...yo no he sido, yo no he hecho nada…
Sombra: Es verdad, perdona, no fuiste tú, fue tu Ego, tampoco lo conoces…Él decidió por ti, él decidió que tenías que ser perfecta y empezó a decidir qué valía y qué no, qué era bueno para ti y qué no, qué partes de ti misma le gustaban a los demás y cuales no…todo esto sin que tú te enteraras, claro…tienes razón…tú no fuiste, fue él…pero tampoco lo culpes de nada, lo hizo por que era su deber, cuidarte y protegerte, lo hizo lo mejor que supo…cortando cachitos…como cuando las chicas mayores se meten en el quirófano para arreglarse la nariz, los muslos, el pecho…el hizo algo parecido…te fue quitando cachitos…pero resulta que esos cachitos son tuyos, y lo más importante: esos cachitos, más los tuyos, Soy Yo.
Niña: ¿Eres Tú?
Sombra: Tú y Yo, Somos Una
Niña: ¿Somos Una?
Sombra: Sí me aceptas, sí juegas conmigo, sí dejas que camine a tu lado…sí dejas que salga del escondite, seremos Una, y todo será mucho, mucho más fácil, te lo aseguro.
Niña: Vale, ¿y como lo hago, como te saco del escondite?
La niña parece interesada en el juego que le propone la sombra…y Yo Observo como todo se Armoniza entre ellas dos…
Sombra: Amándote
Niña: ¿Qué?
Sombra: ¡Quiérete!
La niña no entiende, ahora menos que nunca…la sombra me mira…se dirige a mí…
Sombra: Amala, quiérela, ella no sabe como hacerlo, tu sí, ya has aprendido, o por lo menos deberías haberlo hecho…quiérela y te devolverá lo que escondió…escondió lo más bonito de ella misma, lo que la diferenciaba de las demás, lo que la enriquecía, se pensaba que tenía que ser como los otros le decían que fuera y si no cumplía con lo que esperaban de ella sería imperfecta, que no la querrían…demuéstrale que no es así, que eso solo es una idea y que está equivocada, que la quieres tal y como es, con lo que a ella no le gusta de sí misma…pero no puede hacerlo sola, necesita tu ayuda…solo es una niña…aún es una niña…amala, acéptala…y me aceptará…y me permitirá salir…y me mostrará al mundo…y se dará cuenta de lo equivocada que estaba, de lo equivocados que estaban los que le dijeron que había algo en ella que no era digno de ser mostrado…pero todo empieza por tu abrazo…
Miro a mi niña…se me pone un nudo en la garganta…mis ojos se llenan de lagrimas…la sombra y yo nos miramos…me sonríe, sabe que quiero que nos reconciliemos, sabe que la aprecio…miro a mi niña...me mira…nos abrazamos, en silencio…nos miramos a los ojos, en silencio…una mirada larga y profunda de reconocimiento…
Yo: Todo está bien, todo es perfecto, te acepto tal como eres, te amo tal como eres, me gustas…no hay nada malo en ti, te pido que me muestres lo que de ti has escondido, lo que escondiste hace tanto tiempo…no hay problema, solo tienes que gustarnos a nosotras dos…y te aseguro que me gustará, porque he madurado, porque yo ahora puedo comprender lo que antes no entendía, porque ahora veo que todo lo que no me gusta de nosotras tiene un propósito, y cuando yo vea el propósito que ello tiene en nuestra vida se transformará. No te juzgo, te acepto, es el juicio el que nos separa, es el juicio el que decide que es mejor lo blanco o lo negro…te amo, y mi amor es incondicional…mi amor lo acepta todo, lo comprende todo, lo perdona todo…te pido que me perdones por no haberlo comprendido antes…y admiro tu valor por mostrar ante mi aquello que no te gusta de ti y permitirme aprender con ello, gracias por ponerlo a la Luz para que yo pueda observarlo, amarlo, reconocerlo en mi y alegrarme al recuperar lo que ya daba por perdido para siempre. Gracias a ti, ahora soy más yo…
La sombra y yo nos miramos, me siento profundamente agradecida…sé que ahora somos amigas, que me apoyará en mi camino, que saldrá de su escondite y me permitirá que la saque a pasear a mi lado, porque se siente reconocida y valorada, que al final es lo que todos queremos, porque la sombra lo único que quería era amor, como la niña, como yo…y por eso cumplió su papel a la perfección, para hacer posible que nos amaran, porque las tres somos una y lo mismo.
Sombra: Ya sabes donde estoy, muy cerca…muy cerca. Ámame, ámame cada vez que me veas…y ama al otro como a ti mismo, porque es un reflejo tuyo, ya lo dijo El Maestro. Ámame y me convertiré en aquello que te traiga la Luz, porque yo soy aquella parte de la antorcha que arder para que la Luz sea posible. Y en cada momento, es decisión tuya cuando enciendes la Luz; es decisión tuya cuando actúas desde el amor incondicional y amas al otro aunque te lo ponga difícil, porque el otro es un reflejo tuyo, porque es un reflejo de tu sombra, nuestro…Amándole, te amas, y con ello nos amas y me llevas a la Luz…y así me volveré tu aspecto más luminoso, porque seré ese aspecto a través del cual alcances la Luz y manifiestes el Amor Incondicional en el mundo, seré tu oportunidad de Ser Amor y Luz para el Mundo.
Se hace el silencio, hay mucho que pensar, mucho que agradecer…agradezco en posición de Namasté…
Sombra: Gracias por permitirme expresarme, gracias por tu sincero amor…y ahora cuando quieras puedes encender la Luz….hacerlo es tu decisión…
Me levanto para encender la Luz…pero antes de que lo haga la niña sale disparada a darle un abrazo a su sombra
Niña: No te vayas, jugaré contigo, te lo prometo…
Sombra: Siempre estaré a tu lado, aunque no me veas…y jugaré contigo, ya veras, ahora todo será distinto, ahora que ya sabes que existo y que yo también te amo, que te he amado siempre aunque no supiera como expresártelo…y recuerda, soy tu amiga, pero como estoy en tus ojos no me ves, igual que no ves tus ojos aunque sean ellos los que vean…recuerda, solo me veras cuando mires con atención a tus amigos, mírales con atención y podrás verme en ellos, podrás amarme en ellos, y entonces, yo te amaré a través de ellos.
La niña asiente, parece que lo ha entendido, esta tarde ha crecido por lo menos un palmo…
La sombra y yo nos miramos…estoy preparada cerca del interruptor de la Luz…se me saltan las lagrimas, no puedo evitarlo, ha sido emocionante el encuentro, se repetirá, estoy segura…
Yo: Cuando quieras…
Sombra: Cuando quieras…estoy preparada…
Yo, dando la Luz: ¡Buen viaje!
…Por cierto, con tanta conversación la sombra no ha probado ni una pasta…ni le he servido el té, me sorprendió tanto su llegada…pero en fin, creo que volveremos a conversar, y seguro que podremos disfrutar tranquilamente de la merienda…estaremos más relajadas…
La niña y yo nos miramos…se lanza a abrazarme…
Niña: Te quiero…
Yo: Lo siento, perdóname, te amo, gracias, ¡Y a dormir que ya son horas!

Comentarios