TESINA, 3

EL ESPEJO

“Es curioso, comenta para sí el guerrero de la luz…cuanta gente he conocido que a la menor oportunidad intenta mostrar lo peor de sí mismo.
Esconden la fuerza interior detrás de la agresividad.
Disfrazan el miedo a la soledad con aires de independencia.
No creen en su propia capacidad pero viven pregonando a los cuatro vientos sus virtudes.
El guerrero lee estos mensajes en muchos hombres y mujeres que conoce. Nunca se deja engañar por las apariencias y permanece en silencio cuando intentan impresionarlo.
Pero usa la ocasión para corregir sus propios fallos, ya que sabe que las personas son siempre un buen espejo
Un guerrero aprovecha toda y cualquier oportunidad para enseñarse a sí mismo”
PAULO COELHO

La sombra, mi sombra, se relaciona directamente con mi niña herida, es mi niña la que siente el miedo, la culpa, la vergüenza que la paraliza….y es el niño herido del otro el que se siente amenazado e interrogado cuando yo muestro mis propios colores…por lo que es necesario dar espacio y abrazar a estos niños, que nuestro adulto los acoja.
El niño es un aspecto muy emocional de nuestra personalidad, y es la emoción la que nos pone en contacto con nuestra sombra de forma habitual. Fue el niño el que por miedo a que no le quisieran decidió ser diferente a como realmente era, el que sacrifico su verdadera y genuina esencia…y es él quien sigue pensando y sintiendo que en cada encuentro debe ceder algo de si mismo para ser aceptado, para ser merecedor del amor tan ansiado.
Pero esta renuncia, este sacrifico, conlleva cargar con la inseguridad, las dudas, la falta de confianza en sí mismo….todo ello le quita autenticidad y espontaneidad, lo separa de la Vida.
Creando espacio para que el niño emocional se muestre, muestre sus emociones, ayudándole a que se sienta seguro en su expresión, podremos ir recobrando espontaneidad, sensibilidad, y permitiéndonos vulnerabilidad.
…Y mi sombra está tan oculta que no puedo verla, no puedo, a menos que el otro me la muestre, y yo, en compensación le mostraré la suya, en un tácito acuerdo en el que hemos decidido apoyarnos en nuestro camino hacía la luz, porque es el niño herido de mi compañero de viaje el que desde su dolor reacciona ante mi presencia, y mi niña herida la que desde mi energía interpela la suya haciendo posible una serie de resonancias que nos colocan en la vida como parejas de baile para afrontar aspectos no resueltos de nuestro inconsciente.
Así, únicamente podemos ver la sombra de forma indirecta, a través de las características que el otro nos muestra, a través de las acciones del otro. Y sabremos que estamos ante nuestra propia sombra cuando nuestra admiración o rechazo ante los rasgos de otro sean desproporcionados.
Porque nuestra sombra contiene tanto, capacidades potenciales sin manifestar, como características de nuestra personalidad que nuestro inconsciente no quiere reconocer, y solo a través del mecanismo de la proyección podemos entrar en contacto con ellas, de alguna forma. Pero siempre será optativo hacer el reconocimiento consciente de estos atributos y con ello responsabilizarnos e iniciar así el camino de ponerlos a la Luz, con lo que nuestra personalidad se verá enriquecida, y seremos más nosotros mismos, y seremos más completos.

Comentarios