LA TEORIA DEL CAOS: LO QUE LA CÁBALA SABE DE LA SOMBRA
Llevo varios días sumida en un proceso profundo, en un estado en el que podría decir que básicamente no entiendo nada de lo que me pasa, de repente mi vida está patas arriba, me falta tiempo para lo que tengo que hacer, me cuesta atravesar mi realidad, esta se ha vuelto densa, difícil, mutante….hay un desorden evidente….un caos que se impone a pesar de mis esfuerzos….lo observo y este crece….de repente mi realidad ha cambiado….se ha vuelto peligrosamente caótica....
Existe una sabiduría oculta que revela y unifica las leyes espirituales y físicas de la vida. Esta sabiduría es considera por muchos la fuente real de todas las enseñanzas espirituales, y sus revelaciones han tenido una profunda influencia en los pensadores más importantes de la historia: Newton, Luria, Einstein…
La Cábala es una sabiduría que desvela los secretos del Universo y da respuestas a los problemas de la existencia. Estas enseñanzas han permanecido ocultas durante milenios para una gran parte de la humanidad, siendo El Zohar su texto principal.
La Cábala nos cuenta que cuando Adán y Eva salieron del Edén iniciaron un proceso de encarnación y se tuvieron que enfrentar a la comprensión de los motivos de su existencia. Esta situación se reproduce en cada ser humano que encarna, al encontrarse en un estado físico, de la materia, y a la vez reconocer la realidad espiritual de la que viene. Pero ante esta dualidad la mayoría de las personas olvidan pronto esta realidad anterior que forma parte de la memoria prenatal.
La Cábala es una tradición espiritual que nos guía en el descubrimiento de cual es el objetivo de nuestro descenso a la materia, el descenso de la Luz a la tierra, asimilable al proceso de iluminación de la sombra.
Este objetivo se desvela a medida que el Yo individual recorre un nivel tras otro, un mundo tras otro, para unirse al Yo divino, que a través de nuestros ojos contempla su propio reflejo.
Así, en la mística de la Cábala, nosotros somos un reflejo de Dios, Dios se refleja en nosotros, con sus luces y sus sombras, según parece…para su auto descubrimiento….pero….si somos un reflejo de Dios, y Dios es Perfecto, ¿podemos reflejar sus sombras?, y, ¿de donde surgen entonces, nuestras sombras?
Contestemos a estas preguntas… y volvamos para ello a mi caos…
Según la sabiduría de la Cábala existe siempre una causa oculta que precede a cualquier acontecimiento repentino. Cuando de repente surge un acontecimiento molesto que corta el flujo de nuestra felicidad, la Cábala considera que esto no es producto del azar. Existe una causa más profunda para que esto suceda, en algún momento del pasado se plantó una semilla….no hay errores, ni accidentes, ni coincidencias, todo ocurre por una razón.
De repente nos suceden acontecimientos que no entendemos porque somos incapaces de ver más allá de las ilusiones de nuestra vida, no somos capaces de captar la imagen completa, de ver más allá de la cortina donde reside una realidad más grande, más profunda, algo se nos escapa, algo plantado hace años y que ahora forma parte de nuestros ocultos cimientos.
Los meteorólogos se encontraron con ese mismo problema cuando intentaron predecir el clima. Se dieron cuenta de que las tormentas y otros cambios en el tiempo ocurrían sin previo aviso, vieron que el clima era una secuencia de acontecimientos caótica, fortuita y no lineal. Sin embargo, más tarde, los científicos revelaron que existía un misterioso orden oculto dentro de ese aparente caos. La ciencia ha denominado a este fenómeno el efecto mariposa.
Lo que los científicos descubrieron fue que la pequeñísima turbulencia producida por el aleteo de una mariposa en Tokio podía producir un tornado al otro lado del Pacifico. Así, todo está conectado a un nivel profundo de la realidad.
A los meteorólogos el clima les parecía impredecible porque no eran capaces de tener en cuenta todos los millones de sutiles fenómenos que contribuyen a que se produzca la tormenta, fenómenos como el batir de las alas de una mariposa o el de las puertas cerrándose de golpe, les resultaba imposible tener una visión de conjunto lo suficientemente amplia.
…Por muy caótica que nos pueda parecer nuestra vida, siempre hay un orden interno que la rige, el problema es que hay una especie de cortina que limita nuestra capacidad de ver todas esas pequeñas mariposas agitando las alas y creando el caos en nuestra vida, y sin embargo todas las tormentas que azotan nuestras vidas tienen causas invisibles ocultas detrás de la cortina. Así, de forma habitual lo que observamos son los efectos, pero no el nivel que causa esa realidad; experimentamos los síntomas pero no somos capaces de percibir la raíz del asunto….así que aquí estamos, percibiendo una porción microscópica de la realidad mientras intentamos resolver el enigma de la existencia….algunos recurrirán a la ciencia, otros a la espiritualidad, incluso a la evasión a través de las drogas….pero el caos sigue ahí, el vacío interno sigue ahí…nos sentimos insignificantes, indefensos, que nuestra vida está fuera de nuestro control…buscamos respuestas y un cambio positivos….buscamos encontrar el secreto que subyace a nuestro aparente caos, la pregunta ¿estamos destinados al caos y la oscuridad?
Rotundamente no.
Toda esta confusión ocurre por una única razón, nos hemos desconectado….de nuestro centro, de nosotros mismos, de nuestra Alma, de Dios…y todo este caos a su vez tiene un único propósito, que nos volvamos a conectar con nuestro centro, con nuestro ser más profundo, con nuestra Alma, con Dios.
Cuando nuestros deseos parecen ser ignorados por la Vida, por el Universo, nos sentimos infelices, tristes, tenemos miedo….lo vivimos como la presencia del caos en nuestra vida, es el caos, la sombra, en cualquiera de sus formas: enfermedades, problemas en las relaciones, dificultades económicas….pero cuando nos Conectamos podemos conseguir prevenir este caos que es la causa de nuestro sufrimiento, podemos encender la Luz y vencer con ello a la oscuridad.
Y debemos entender que la oscuridad, el caos, son nuestros aliados en el proceso continuo de ampliación de la conciencia o Iluminación.
La pequeña Luz que emite una vela, similar a la pequeña y vulnerable Luz de nuestra Conciencia, no puede percibirse en un luminoso y soleado día, ahí la vela no sirve de nada, no cumple su función, no ilumina. Pero en la oscuridad de la noche más cerrada, en la oscuridad de esas profundas noches sin luna en las que las estrellas también se han ido, esa pequeña Luz se convierte no solo en perfectamente visible, sino en una Luz tremendamente valiosa, y esto es así simplemente porque es imposible compartir la Luz dentro de un paisaje que ya esta iluminado.
Así, es necesario un espacio de oscuridad para que nos convirtamos en receptivos a la Luz, para que aflore la Luz, la Luz de nuestra chispa divina, porque según la sabiduría de la Cábala la Luz es una cualidad de Dios.
Así mismo es necesario el caos para que aflore el orden que le subyace, porque únicamente desde el caos el Orden Perfecto puede manifestarse…es necesario el Vacio para que se manifieste la Plenitud y la Abundancia….y es necesario contemplar con Conciencia estas paradojas de la Vida para poder vivirla con sabiduría y serenidad.
Ese es el sentido luminoso de la oscuridad, ese es el brillo de nuestra sombra.
Así, aunque tropecemos con la oscuridad y el desorden podremos confiar en la Luz, ya que entenderemos que ella sigue estando ahí. Los velos, las sombras, que se colocan entre la Luz y nuestra realidad, tienen la única función de promover en nosotros su búsqueda.
…Por que deseamos la Luz, lo cual significa que deseamos sabiduría, felicidad, diversión, tranquilidad, bienestar, amor….y todos estos elementos de la Luz se encuentran escondidos tras la sombra, y es en su búsqueda que nos enfrentamos con nuestros aspectos más oscuros….y es en su búsqueda que nos elevamos y conectamos con un estado de Conciencia Superior, y con ello tenemos acceso a un cambio positivo y cada vez más duradero en nuestras vidas.
Pero para conectarnos a este estado de Conciencia Superior necesitamos hacer dos movimientos de forma consciente, uno es tomar distancia, principalmente de nosotros mismos, y secundariamente de todo lo que nos acontece, de todas esas nubes que pasan por el cielo de nuestra mente…porque no olvidemos que todo es mente y es únicamente en ella donde “nuestra realidad” acontece.
El otro movimiento consiste en pasar de ser seres reactivos a seres proactivos.
Muy a menudo nuestra atención esta enfocada en las circunstancias externas y principalmente en aquellas que nos incomodan, pero tenemos dos alternativas ante una situación, reaccionar ante ella, en cuyo caso nos estamos resistiendo a la Luz, o resistirnos de forma proactiva a nuestra tendencia habitual de reaccionar, o sea, no oponer resistencia.
La segunda opción permite que la Luz llene nuestra vida a través de una determinada situación, son esas situaciones que de forma habitual consideramos pruebas y que la Vida nos ofrece como oportunidades de iluminar nuestra existencia si las vivimos de forma consciente.
Dicho de otra manera, cuando nos estamos resistiendo a reaccionar, a ser reactivos, estamos transformando un aspecto particular de nosotros mismos, lo cual es el propósito de nuestra existencia: la Evolución de la Conciencia.
El momento de la Transformación de la sombra en Luz se da cuando en lugar de ser reactivos nos resistimos a reaccionar, de forma consciente, de forma proactiva.
Cuando salimos de la respuesta condicionada y automática y respondemos desde la Conciencia, hemos abierto una puerta para que la Luz ilumine nuestra Vida.
Así, debemos darnos cuenta de que cuando en nuestra existencia aparece un obstáculo es nuestra reacción y no el obstáculo nuestro verdadero enemigo, porque es nuestra reacción y no el obstáculo lo que nos aleja de la Luz.
Si ante el obstáculo tomamos distancia y observamos nuestras respuestas emocionales reactivas y las dejamos marchar, en lugar de responder desde ellas, automáticamente aparecerán sentimientos y comportamientos positivos, y notaremos un sorprendente cambio positivo en la situación externa con la que nos estábamos enfrentando….aún así no es fácil, el camino de la Iluminación no es fácil.
No es fácil porque quien responde de forma reactiva es nuestro más duro oponente, que nos ha costado años de esfuerzo construir y al que creemos necesitar para que nos defienda y sentirnos seguro, el es nuestro ego.
El ego ha creado una realidad a nuestro alrededor muy bien construida, y lo ha hecho tan bien que nos la hemos creído, esta realidad creada por el ego tiene un único fin, alejarnos de quienes realmente somos, desconectarnos de nuestra alma, porque la conexión con nuestra alma supone para el ego su muerte.
Así, cuando somos reactivos, implica que estamos trabajando para satisfacer los caprichos de nuestro ego y nos estamos olvidando de nuestra Alma. Así mismo, nuestro ego nos mantiene en el peor, pero más inteligente de los engaños, al hacernos creer que nuestro enemigo está fuera, en otras personas, en lo que nos trae la vida, en la vida misma, en lugar de en su propia naturaleza reactiva…y mientras tanto él se esconde en las sombras de nuestra mente que sabiamente proyecta hacía fuera, en el otro, en la realidad que nos rodea, para completar un ardid perfecto, y que nunca podamos descubrir cual es su juego.
El ego nos hace creer que controlamos nuestras vidas, y a la vez nos llena de dudas el corazón para que pensemos que le necesitamos para resolver nuestros problemas, ya que él habita en la dualidad de la mente.
El ego nos ciega, nos pone una venda en los ojos para que no podamos reconocer nuestra naturaleza divina, para que no podamos ver cual es nuestro propósito en la vida.
Pero a su vez el ego nos esta haciendo un gran favor, ya que sí conseguimos entender su papel en el juego, conseguiremos que juegue en nuestro equipo.
Porque la función del ego es precisamente esa, crear los velos, crear las sombras, que nos motiven para hacer el trabajo de traer la Luz a nuestro mundo para iluminarlo.
…Debemos aprender a distinguir entre la voz reactiva del ego y la voz proactiva de la luz.
Cuando detenemos nuestros impulsos reactivos, cortamos la transmisión de la señal del ego y abrimos la posibilidad a que la señal de la luz nos llegue…pero la voz de la Luz es tenue, se manifiesta en pequeñas intuiciones, en el silencio, en los sueños…la voz de la Luz nunca sonara fuerte ni nos incitará a reaccionar ante ninguna situación.
Y esa tendencia reactiva nos está dando pistas de que nos estamos enfrentando a elementos de nuestra sombra, que quedará iluminada cuando nos resistamos a reaccionar ante todo aquello sobre lo que la hemos proyectando, ya que todos los rasgos negativos que detectamos en los demás son solamente un reflejo de los nuestros.
Y cuando podamos verlos como los artífices de nuestro cambio, como las partículas negativas que por polaridad atraen a las positivas, como elementos que están ahí para ser compensados y con ello provocar el movimiento, entonces, y solo entonces, se producirá el progreso y la expansión de la Existencia…y de nuestra existencia.
Bajo este esquema podremos entender que resistirnos a nuestros impulsos reactivos crea Luz duradera y los obstáculos se convierten en oportunidades para conectar con la Luz, así cuanto mayor es el obstáculo mayor es el potencial de Luz que encierra, así cuando los retos nos parezcan insuperables podremos tener la certeza de que la Luz está ahí.
Llevo varios días sumida en un proceso profundo, en un estado en el que podría decir que básicamente no entiendo nada de lo que me pasa, de repente mi vida está patas arriba, me falta tiempo para lo que tengo que hacer, me cuesta atravesar mi realidad, esta se ha vuelto densa, difícil, mutante….hay un desorden evidente….un caos que se impone a pesar de mis esfuerzos….lo observo y este crece….de repente mi realidad ha cambiado….se ha vuelto peligrosamente caótica....
Existe una sabiduría oculta que revela y unifica las leyes espirituales y físicas de la vida. Esta sabiduría es considera por muchos la fuente real de todas las enseñanzas espirituales, y sus revelaciones han tenido una profunda influencia en los pensadores más importantes de la historia: Newton, Luria, Einstein…
La Cábala es una sabiduría que desvela los secretos del Universo y da respuestas a los problemas de la existencia. Estas enseñanzas han permanecido ocultas durante milenios para una gran parte de la humanidad, siendo El Zohar su texto principal.
La Cábala nos cuenta que cuando Adán y Eva salieron del Edén iniciaron un proceso de encarnación y se tuvieron que enfrentar a la comprensión de los motivos de su existencia. Esta situación se reproduce en cada ser humano que encarna, al encontrarse en un estado físico, de la materia, y a la vez reconocer la realidad espiritual de la que viene. Pero ante esta dualidad la mayoría de las personas olvidan pronto esta realidad anterior que forma parte de la memoria prenatal.
La Cábala es una tradición espiritual que nos guía en el descubrimiento de cual es el objetivo de nuestro descenso a la materia, el descenso de la Luz a la tierra, asimilable al proceso de iluminación de la sombra.
Este objetivo se desvela a medida que el Yo individual recorre un nivel tras otro, un mundo tras otro, para unirse al Yo divino, que a través de nuestros ojos contempla su propio reflejo.
Así, en la mística de la Cábala, nosotros somos un reflejo de Dios, Dios se refleja en nosotros, con sus luces y sus sombras, según parece…para su auto descubrimiento….pero….si somos un reflejo de Dios, y Dios es Perfecto, ¿podemos reflejar sus sombras?, y, ¿de donde surgen entonces, nuestras sombras?
Contestemos a estas preguntas… y volvamos para ello a mi caos…
Según la sabiduría de la Cábala existe siempre una causa oculta que precede a cualquier acontecimiento repentino. Cuando de repente surge un acontecimiento molesto que corta el flujo de nuestra felicidad, la Cábala considera que esto no es producto del azar. Existe una causa más profunda para que esto suceda, en algún momento del pasado se plantó una semilla….no hay errores, ni accidentes, ni coincidencias, todo ocurre por una razón.
De repente nos suceden acontecimientos que no entendemos porque somos incapaces de ver más allá de las ilusiones de nuestra vida, no somos capaces de captar la imagen completa, de ver más allá de la cortina donde reside una realidad más grande, más profunda, algo se nos escapa, algo plantado hace años y que ahora forma parte de nuestros ocultos cimientos.
Los meteorólogos se encontraron con ese mismo problema cuando intentaron predecir el clima. Se dieron cuenta de que las tormentas y otros cambios en el tiempo ocurrían sin previo aviso, vieron que el clima era una secuencia de acontecimientos caótica, fortuita y no lineal. Sin embargo, más tarde, los científicos revelaron que existía un misterioso orden oculto dentro de ese aparente caos. La ciencia ha denominado a este fenómeno el efecto mariposa.
Lo que los científicos descubrieron fue que la pequeñísima turbulencia producida por el aleteo de una mariposa en Tokio podía producir un tornado al otro lado del Pacifico. Así, todo está conectado a un nivel profundo de la realidad.
A los meteorólogos el clima les parecía impredecible porque no eran capaces de tener en cuenta todos los millones de sutiles fenómenos que contribuyen a que se produzca la tormenta, fenómenos como el batir de las alas de una mariposa o el de las puertas cerrándose de golpe, les resultaba imposible tener una visión de conjunto lo suficientemente amplia.
…Por muy caótica que nos pueda parecer nuestra vida, siempre hay un orden interno que la rige, el problema es que hay una especie de cortina que limita nuestra capacidad de ver todas esas pequeñas mariposas agitando las alas y creando el caos en nuestra vida, y sin embargo todas las tormentas que azotan nuestras vidas tienen causas invisibles ocultas detrás de la cortina. Así, de forma habitual lo que observamos son los efectos, pero no el nivel que causa esa realidad; experimentamos los síntomas pero no somos capaces de percibir la raíz del asunto….así que aquí estamos, percibiendo una porción microscópica de la realidad mientras intentamos resolver el enigma de la existencia….algunos recurrirán a la ciencia, otros a la espiritualidad, incluso a la evasión a través de las drogas….pero el caos sigue ahí, el vacío interno sigue ahí…nos sentimos insignificantes, indefensos, que nuestra vida está fuera de nuestro control…buscamos respuestas y un cambio positivos….buscamos encontrar el secreto que subyace a nuestro aparente caos, la pregunta ¿estamos destinados al caos y la oscuridad?
Rotundamente no.
Toda esta confusión ocurre por una única razón, nos hemos desconectado….de nuestro centro, de nosotros mismos, de nuestra Alma, de Dios…y todo este caos a su vez tiene un único propósito, que nos volvamos a conectar con nuestro centro, con nuestro ser más profundo, con nuestra Alma, con Dios.
Cuando nuestros deseos parecen ser ignorados por la Vida, por el Universo, nos sentimos infelices, tristes, tenemos miedo….lo vivimos como la presencia del caos en nuestra vida, es el caos, la sombra, en cualquiera de sus formas: enfermedades, problemas en las relaciones, dificultades económicas….pero cuando nos Conectamos podemos conseguir prevenir este caos que es la causa de nuestro sufrimiento, podemos encender la Luz y vencer con ello a la oscuridad.
Y debemos entender que la oscuridad, el caos, son nuestros aliados en el proceso continuo de ampliación de la conciencia o Iluminación.
La pequeña Luz que emite una vela, similar a la pequeña y vulnerable Luz de nuestra Conciencia, no puede percibirse en un luminoso y soleado día, ahí la vela no sirve de nada, no cumple su función, no ilumina. Pero en la oscuridad de la noche más cerrada, en la oscuridad de esas profundas noches sin luna en las que las estrellas también se han ido, esa pequeña Luz se convierte no solo en perfectamente visible, sino en una Luz tremendamente valiosa, y esto es así simplemente porque es imposible compartir la Luz dentro de un paisaje que ya esta iluminado.
Así, es necesario un espacio de oscuridad para que nos convirtamos en receptivos a la Luz, para que aflore la Luz, la Luz de nuestra chispa divina, porque según la sabiduría de la Cábala la Luz es una cualidad de Dios.
Así mismo es necesario el caos para que aflore el orden que le subyace, porque únicamente desde el caos el Orden Perfecto puede manifestarse…es necesario el Vacio para que se manifieste la Plenitud y la Abundancia….y es necesario contemplar con Conciencia estas paradojas de la Vida para poder vivirla con sabiduría y serenidad.
Ese es el sentido luminoso de la oscuridad, ese es el brillo de nuestra sombra.
Así, aunque tropecemos con la oscuridad y el desorden podremos confiar en la Luz, ya que entenderemos que ella sigue estando ahí. Los velos, las sombras, que se colocan entre la Luz y nuestra realidad, tienen la única función de promover en nosotros su búsqueda.
…Por que deseamos la Luz, lo cual significa que deseamos sabiduría, felicidad, diversión, tranquilidad, bienestar, amor….y todos estos elementos de la Luz se encuentran escondidos tras la sombra, y es en su búsqueda que nos enfrentamos con nuestros aspectos más oscuros….y es en su búsqueda que nos elevamos y conectamos con un estado de Conciencia Superior, y con ello tenemos acceso a un cambio positivo y cada vez más duradero en nuestras vidas.
Pero para conectarnos a este estado de Conciencia Superior necesitamos hacer dos movimientos de forma consciente, uno es tomar distancia, principalmente de nosotros mismos, y secundariamente de todo lo que nos acontece, de todas esas nubes que pasan por el cielo de nuestra mente…porque no olvidemos que todo es mente y es únicamente en ella donde “nuestra realidad” acontece.
El otro movimiento consiste en pasar de ser seres reactivos a seres proactivos.
Muy a menudo nuestra atención esta enfocada en las circunstancias externas y principalmente en aquellas que nos incomodan, pero tenemos dos alternativas ante una situación, reaccionar ante ella, en cuyo caso nos estamos resistiendo a la Luz, o resistirnos de forma proactiva a nuestra tendencia habitual de reaccionar, o sea, no oponer resistencia.
La segunda opción permite que la Luz llene nuestra vida a través de una determinada situación, son esas situaciones que de forma habitual consideramos pruebas y que la Vida nos ofrece como oportunidades de iluminar nuestra existencia si las vivimos de forma consciente.
Dicho de otra manera, cuando nos estamos resistiendo a reaccionar, a ser reactivos, estamos transformando un aspecto particular de nosotros mismos, lo cual es el propósito de nuestra existencia: la Evolución de la Conciencia.
El momento de la Transformación de la sombra en Luz se da cuando en lugar de ser reactivos nos resistimos a reaccionar, de forma consciente, de forma proactiva.
Cuando salimos de la respuesta condicionada y automática y respondemos desde la Conciencia, hemos abierto una puerta para que la Luz ilumine nuestra Vida.
Así, debemos darnos cuenta de que cuando en nuestra existencia aparece un obstáculo es nuestra reacción y no el obstáculo nuestro verdadero enemigo, porque es nuestra reacción y no el obstáculo lo que nos aleja de la Luz.
Si ante el obstáculo tomamos distancia y observamos nuestras respuestas emocionales reactivas y las dejamos marchar, en lugar de responder desde ellas, automáticamente aparecerán sentimientos y comportamientos positivos, y notaremos un sorprendente cambio positivo en la situación externa con la que nos estábamos enfrentando….aún así no es fácil, el camino de la Iluminación no es fácil.
No es fácil porque quien responde de forma reactiva es nuestro más duro oponente, que nos ha costado años de esfuerzo construir y al que creemos necesitar para que nos defienda y sentirnos seguro, el es nuestro ego.
El ego ha creado una realidad a nuestro alrededor muy bien construida, y lo ha hecho tan bien que nos la hemos creído, esta realidad creada por el ego tiene un único fin, alejarnos de quienes realmente somos, desconectarnos de nuestra alma, porque la conexión con nuestra alma supone para el ego su muerte.
Así, cuando somos reactivos, implica que estamos trabajando para satisfacer los caprichos de nuestro ego y nos estamos olvidando de nuestra Alma. Así mismo, nuestro ego nos mantiene en el peor, pero más inteligente de los engaños, al hacernos creer que nuestro enemigo está fuera, en otras personas, en lo que nos trae la vida, en la vida misma, en lugar de en su propia naturaleza reactiva…y mientras tanto él se esconde en las sombras de nuestra mente que sabiamente proyecta hacía fuera, en el otro, en la realidad que nos rodea, para completar un ardid perfecto, y que nunca podamos descubrir cual es su juego.
El ego nos hace creer que controlamos nuestras vidas, y a la vez nos llena de dudas el corazón para que pensemos que le necesitamos para resolver nuestros problemas, ya que él habita en la dualidad de la mente.
El ego nos ciega, nos pone una venda en los ojos para que no podamos reconocer nuestra naturaleza divina, para que no podamos ver cual es nuestro propósito en la vida.
Pero a su vez el ego nos esta haciendo un gran favor, ya que sí conseguimos entender su papel en el juego, conseguiremos que juegue en nuestro equipo.
Porque la función del ego es precisamente esa, crear los velos, crear las sombras, que nos motiven para hacer el trabajo de traer la Luz a nuestro mundo para iluminarlo.
…Debemos aprender a distinguir entre la voz reactiva del ego y la voz proactiva de la luz.
Cuando detenemos nuestros impulsos reactivos, cortamos la transmisión de la señal del ego y abrimos la posibilidad a que la señal de la luz nos llegue…pero la voz de la Luz es tenue, se manifiesta en pequeñas intuiciones, en el silencio, en los sueños…la voz de la Luz nunca sonara fuerte ni nos incitará a reaccionar ante ninguna situación.
Y esa tendencia reactiva nos está dando pistas de que nos estamos enfrentando a elementos de nuestra sombra, que quedará iluminada cuando nos resistamos a reaccionar ante todo aquello sobre lo que la hemos proyectando, ya que todos los rasgos negativos que detectamos en los demás son solamente un reflejo de los nuestros.
Y cuando podamos verlos como los artífices de nuestro cambio, como las partículas negativas que por polaridad atraen a las positivas, como elementos que están ahí para ser compensados y con ello provocar el movimiento, entonces, y solo entonces, se producirá el progreso y la expansión de la Existencia…y de nuestra existencia.
Bajo este esquema podremos entender que resistirnos a nuestros impulsos reactivos crea Luz duradera y los obstáculos se convierten en oportunidades para conectar con la Luz, así cuanto mayor es el obstáculo mayor es el potencial de Luz que encierra, así cuando los retos nos parezcan insuperables podremos tener la certeza de que la Luz está ahí.
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