TESINA, 8

RETORNO AL PARAÍSO

La vida en si misma está llena de luces y sombras, la realidad que vivimos muchas veces es demasiado dura, no podemos llegar a comprender los desastres naturales, las injusticias, las dificultades por las que atravesamos cada uno de nosotros como seres individuales, así como las que vivimos como parte del grupo humano que atraviesa este momento concreto, estas coordenadas tiempo-espacio…
Pero a pesar de todo, retornaremos al Paraíso cuando aceptemos el Momento Presente plenamente, tanto lo que me gusta como lo que no me gusta de él…Cuando acepte la totalidad de la Experiencia, retornaré…y en esa Paz, en la Paz de la aceptación, descubriré la Totalidad que aguarda en mi corazón…y habré vuelto al Paraíso.
El momento presente es como es, con sus luces y con sus sombras. El momento presente es Único y Perfecto. Es completo en sí mismo, y todo, forma parte de esa unidad completa que se conforma como la experiencia vital por la que estamos pasando. Tanto lo que juzgamos como bueno, positivo, como lo que juzgamos como negativo, forma parte de una misma experiencia, y estos dos aspectos son inseparables. Y quizás sea esa parte que no nos gusta la que nos mantiene anclados a tierra, evita que nos volemos, y a la vez es el motor de nuestro proceso de evolución, el motor de nuestro cambio.
En sí misma, la experiencia es perfecta porque es completa. Conforma una unidad, por su aspecto de Luz y también por su aspecto de sombra.
Pero mientras la contemplemos desde la mente dual muchas veces no tendrá resolución y la viviremos desde el conflicto, pero si la iluminamos con la luz de la conciencia, con la luz cenital, la sombra desaparece.
Podemos contemplar la verdadera forma que toma el momento presente como una esfera, como si de una naranja se tratara, completamente iluminada en todos sus sectores, en todos sus gajos, integrada bajo la comprensión que nos aporta la luz de la conciencia superior que nos da una nueva visión, una perspectiva mas amplia, a la vez que la única perspectiva real.
¿Y en que consiste esa perspectiva?
…Qué todo lo que conforma mi momento es perfecto, porque es un momento integro, único, esférico, y si es integro es perfecto en todos sus aspectos, no al 90% o al 75%. Es íntegramente perfecto porque la Existencia Consciente no es dual.
…Qué todos los sectores de mi esfera, los gajos de mi naranja, tienen un sentido, un lugar en mi vida, y forman parte de un Todo, y contribuyen a la Armonía del Todo, tanto los gajos de mi experiencia que me resultan dulces, como aquellos que me amargan.
Pero únicamente colocándonos en la posición del observador, de la conciencia testigo, podemos contemplar esta Verdad e iluminar con ella todos los aspectos del momento y vivirlos relajadamente y en la confianza de su plenitud y armonía….Y desde esa nueva visión, el momento irradiará luz, y atraeremos a nuestra vida un momento esférico tras otro, un momento iluminado…tras otro…y nuestra experiencia vital se convertirá en un rayo de Luz.
Así podemos ver como mi momento es perfecto porque es esférico, e incluso esa parte que no me gusta es perfecta, porque forma parte de la misma esfera que en si misma es una forma completa y perfecta.
¿Cómo podemos aportar más luz a nuestro momento presente?
Contemplando esos aspectos del momento que nos resultan incómodos, inarmónicos. Tomando distancia y contemplándolos sin identificarnos con ellos, permitiremos que se iluminen, porque al identificarnos estamos dando poder a sus aspectos limitantes con nuestra mente, porque la conciencia es la que observa, contempla, siendo la mente la que juzga.
…Y en la contemplación de estos aspectos permitiremos que manifiesten su Luz, porque al igual que muestra el símbolo del Tao, formado por el Yin y el Yang, la Luz es una pequeña semilla que anida en el corazón de la sombra, y la sombra es el centro de la Luz.
De aquí podríamos deducir que la Iluminación simplemente es aceptar la vida tal y como es, y aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos.
A su vez, esas áreas de nuestra vida que consideramos deficitarias se corresponden con aspectos de nuestra mente que deben ser iluminados, ya que todo está en la mente y por lo tanto es allí donde debe ser resuelto.
Y cuando somos capaces de tomar distancia podemos observar como la forma que toma el momento presente va cambiando y evolucionando ante nuestra mirada. Sí creamos con nuestra mirada el espacio necesario podremos ver como todo cambia, igual que cambian las nubes en el cielo.
…Y al tomar distancia mi posición con respecto a la Luz también irá variando, y con ello el grado de sombra que proyecto en mi vida, hasta que llegue un momento en el que yo sea ese foco de Luz, yo me reconozca como mi propio Sol irradiando Luz, y al ser una esfera luminosa ya no proyecte ningún tipo de sombra, porque al irradiar la Luz desde mi centro, ningún aspecto mío generará sombras.

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