Estamos en un momento diferente en el que el temor es una de
las emociones dominantes, emoción de la que yo aún no he conseguido
liberarme...
No he conseguido liberarme...
No he conseguido liberarme...
...A pesar de saber que lo que estamos viviendo es un momento de
cambio profundo de nuestra sociedad, de nuestras instituciones, de
nuestro sistema económico, de nuestro sistema de valores, un cambio que
tendrá que ser para mejorar lo que ya no nos sirve, aunque en
principio no lo parezca
...A pesar de saber que la única constante en el Universo es el
cambio y que lo único quieto e invariable es lo que está muerto, y que por lo
tanto esta crisis implica que por el momento hay vida
...A pesar de saber que las lecciones que estamos viviendo
atemperaran nuestro Espíritu para lo que ha de venir, para nuestro papel en un
Nuevo Mundo con un Nuevo Orden
...A pesar de reconocer que no seriamos los mismos si no se nos
hubiesen presentado estas dificultades que nos están ofreciendo la oportunidad de dar lo mejor de nosotros mismos desarrollando cualidades que desconocíamos
poseer
...A pesar de que creo firmemente que todo pasa y que lo que
vemos solo está en la superficie y que bastaría sumergirse en Lo Profundo
para resolver todos nuestros aparentes problemas
...A pesar de que estoy segura de que no estamos solos y una
fuerza Omnipresente y Eterna permanece atenta a nuestro llamado cuando lo
elevamos desde nuestro corazón
...A pesar de todo esto y mucho más, confieso que yo muchas veces siento
temor, mucho temor por el momento presente y por el momento futuro
Y uno de esos momento de temor lo he pasado está mañana
cuando he pensado por unos instantes en el haber y en el debe de mi cuanta
corriente; y en ese momento, en el que me planteaba como iba a afrontar
los gastos de la semana, mientras me disponía a salir de casa para el
trabajo con ánimo preocupado, en ese momento, he sentido como la atmósfera a mi
alrededor se hacía perceptiblemente más ligera y brillante y una suave voz
en un susurro me ha dicho al oído: NO PASA NADA
Me he quedado a la escucha pero no he oído nada más, eso ha sido
todo, tan solo un breve y suave NO PASA NADA que no se ha vuelto a repetir
Pero ha sido suficiente, me he subido en el ascensor con una
sonrisa, que poco a poco, mientras bajaba la cuesta desde mi casa hacia la
parada de el autobús, se ha ido convirtiendo en una leve risa y pronto en una
carcajada
NO PASA NADA, NO PASA NADA....
A pesar de las apariencias, a pesar de lo real que parece el
dolor, la carencia, la enfermedad, la pobreza...a pesar de todo eso, no pasa
nada, nada está pasando en la Realidad, porque nada de esto es lo que parece,
ni ninguno de nosotros somos lo que parecemos.
Nos hemos creído la obra en la que participamos y nos hemos creído
el papel que representamos.
Y está bien que sea así, porque somo buenos actores, pero tampoco está mal que de vez en cuando esa parte más sabia de nosotros mismos, o del
Universo, o de donde sea que vienen esas palabras, nos recuerde que esto no es
más que un sueño del que podemos despertar cuando nosotros lo decidamos.
El problema es que nos hemos olvidado de que estamos dormidos, el
problema es que no queremos aceptar que estamos soñando y por eso no logramos
despertar.
Para que el paciente mejore lo primero es que acepte su
malestar.
Cuando nosotros aceptemos que estamos dormidos, podremos
despertar, y en ese momento podremos dar por concluido nuestro sufrimiento.
Comentarios
Publicar un comentario