Mi Viaje a los Cenotes

Ayer me fui de viaje bastante lejos, estuve en México, en la zona Maya, una zona de selva  salpicada de ciudades sagradas, templos grandiosos con  forma de pirámides escalonadas, y de unos espacios acuáticos subterráneos llamados cenotes.

Este espectacular viaje lo realicé a las profundidades del Sagrado Mundo Maya acompañada de un sabio y joven Chaman y un grupo de aguerridos guerreros y guerreras.

El propósito del viaje es tomar la iniciación, despertar del sueño en el que estamos sumergidos y comenzar a transitar el camino del guerrero, un camino que te elige cuando estás preparado.

Para realizar este viaje espiritual nos adentramos en la selva en las más duras condiciones, pasando hambre hasta la extenuación, calor hasta la insolación, cansancio hasta el desfallecimiento...miedo hasta el limite del que surge el valor...una gran prueba para todos los presentes...

Un viaje duro durísimo del cual, quien más quien menos, volvió fortalecido, si no renacido.

Lo más duro para mí, el salto  a las profundidades del cenote en la más absoluta oscuridad desde unos doce metros de altura...

...Y el viaje por la selva rodeada de enjambres de tábanos y  mosquitos agresivos como tiburones hambrientos...esto, realmente,  lo más duro...

Y lo más curioso de mi viaje es que no me moví de mi asiento en el autobús que me lleva de mi pueblo hacía Madrid mientras lo realizaba...

Pero en las primeras páginas del libro que narra este fantástico viaje, el autor te invita a hacerlo tuyo si lo sientes en tu corazón, y mi corazón lo sintió, y lo hizo suyo...

Durante el resto de la mañana estuve oyendo su nombre...Fernando...Fernando...Fernando...como una llamada...

Cuando llegué a mi casa, algo también bastante curioso...al desvestirme para ponerme cómoda pude ver y sentir cómo mi cuerpo estaba lleno de picaduras de mosquitos en las piernas, los brazos, la espalda... alguna era grande y rojiza como la de un tábano...pero en mi casa aún no hay ni uno, y en Madrid menos aún...

¿Estuve realmente ayer en la selva mejicana?

Como dice Fernando en su libro la "realidad"  no es "lo verdadero", así que realmente no estuve, pero verdaderamente sí, y a las pruebas me remito, mis picaduras siguen ahí y no veas como escuecen...

Vale, es curioso, y parece poco probable...no sé si salté al cenote, pero en la selva sí que estuve, mi corazón lo quiso y lo hizo...aunque sea raro rarísimo...

Pero es que  desde que conozco a Fernando sé que todo todo es verdaderamente posible.

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