La Vida es bella, bellisima, siento esta profunda verdad en el centro de mi corazón.
Siento la profunda Belleza de la Vida con una gran fuerza, siento su profundo Amor con una gran intensidad, y a la vez siento una profunda pena en mi interior por mi incapacidad para percibirlo de forma habitual, por mi tendencia a olvidarme de todo cuanto nos da.
Pero es que quizás, para poder percibirlo, tenga que hacer un esfuerzo por desplazar mi centro de atención del tener al ser.
La Vida debería consistir en ser, no en tener.
Pero nos estamos centrando en el tener (yo la primera!!) olvidandonos de ser, sin darnos cuenta que el tener es una consecuencia del Ser...
Nuestra conciencia del Ser, nuestra conexión al Ser es lo que nos proporciona la entrada al Reino, a Malkut.
¿Quién Soy, Quién Soy, Quién Soy Yo?
Permitamos que surja la respuesta desde nuestro interior, que nuestras células nos contesten, que nuestro pulso responda, que nuestra sangre nos de la clave.
¿Quién Soy, Quién Soy Yo, Quién?
Siente la Vida en ti, su fuerza, su brillo, su dulzura, su amor...y comienza a reconocer su belleza, a agradecer su belleza...
Permitamos que nos muestre cuan bella es y cuanta belleza tiene aún guardada para nosotros deseando dárnosla en el mismo momento que nos abramos a recibirla.
Porque la Vida tiene mucho que darnos en cuanto nos decidamos a ser quienes somos, en cuanto nos decidamos a mostrar al mundo quienes somos, en cuanto seamos fieles a nosotros mismos y comencemos a hacer a nuestra manera lo que hemos venido a hacer, a hacer lo que solo nosotros podemos hacer de la manera en que sabemos hacerlo.
En cuanto que siendo quién soy tome mi sitio en este mundo la Vida se abrirá ante mi y me apoyará para que realice mi parte del Plan.
Una Misión nos espera a cada uno de nosotros, una Misión para la que tenemos cualidades y herramientas especiales que otros no tienen, ni mejores ni peores que otras, pero las necesarias para hacer nuestra parte del trabajo.
Cuando comencemos a descubrir quienes somos realmente comenzaremos a caminar hacia nuestro lugar en la Vida, y cuando lleguemos allí la abundancia se abrirá ante nosotros y la Vida nos regalará con todo lo que desde siempre nos estuvo esperando...
...Cosas importantes como la alegría, el amor, la serenidad, la amistad, la fuerza, el valor, la confianza, la humildad...serán nuestras y nos olvidaremos de tener y comenzaremos a disfrutar de los frutos del Ser
Siento la profunda Belleza de la Vida con una gran fuerza, siento su profundo Amor con una gran intensidad, y a la vez siento una profunda pena en mi interior por mi incapacidad para percibirlo de forma habitual, por mi tendencia a olvidarme de todo cuanto nos da.
Pero es que quizás, para poder percibirlo, tenga que hacer un esfuerzo por desplazar mi centro de atención del tener al ser.
La Vida debería consistir en ser, no en tener.
Pero nos estamos centrando en el tener (yo la primera!!) olvidandonos de ser, sin darnos cuenta que el tener es una consecuencia del Ser...
Nuestra conciencia del Ser, nuestra conexión al Ser es lo que nos proporciona la entrada al Reino, a Malkut.
¿Quién Soy, Quién Soy, Quién Soy Yo?
Permitamos que surja la respuesta desde nuestro interior, que nuestras células nos contesten, que nuestro pulso responda, que nuestra sangre nos de la clave.
¿Quién Soy, Quién Soy Yo, Quién?
Siente la Vida en ti, su fuerza, su brillo, su dulzura, su amor...y comienza a reconocer su belleza, a agradecer su belleza...
Permitamos que nos muestre cuan bella es y cuanta belleza tiene aún guardada para nosotros deseando dárnosla en el mismo momento que nos abramos a recibirla.
Porque la Vida tiene mucho que darnos en cuanto nos decidamos a ser quienes somos, en cuanto nos decidamos a mostrar al mundo quienes somos, en cuanto seamos fieles a nosotros mismos y comencemos a hacer a nuestra manera lo que hemos venido a hacer, a hacer lo que solo nosotros podemos hacer de la manera en que sabemos hacerlo.
En cuanto que siendo quién soy tome mi sitio en este mundo la Vida se abrirá ante mi y me apoyará para que realice mi parte del Plan.
Una Misión nos espera a cada uno de nosotros, una Misión para la que tenemos cualidades y herramientas especiales que otros no tienen, ni mejores ni peores que otras, pero las necesarias para hacer nuestra parte del trabajo.
Cuando comencemos a descubrir quienes somos realmente comenzaremos a caminar hacia nuestro lugar en la Vida, y cuando lleguemos allí la abundancia se abrirá ante nosotros y la Vida nos regalará con todo lo que desde siempre nos estuvo esperando...
...Cosas importantes como la alegría, el amor, la serenidad, la amistad, la fuerza, el valor, la confianza, la humildad...serán nuestras y nos olvidaremos de tener y comenzaremos a disfrutar de los frutos del Ser
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