Sueños para Mariam

Aquí está el sueño que te prometí:

Estoy en un lugar de trabajo compartido por diferentes grupos de personas, yo soy la encargada de traer el desayuno a los integrantes de mi equipo, pero ese día es otra compañera la que lo hace.  A diferencia de mi, ella en lugar de pagarlo de su bolsillo se dirige al jefe para pedirle que le dé el dinero para compralo...inicialmente yo pienso "anda, mírala que lista, y yo que he estado pagandolo de mi bolsillo todos estos días", pero luego me digo "no importa, me lo puedo permitir, tengo lo suficiente".

Antes de que nuestra compañera llegase con el desayuno de nuestro equipo de trabajo, el encargado de dar de desayunar a otro de los grupos aparece con un Roscón de Reyes relleno de nata. Yo pienso que qué bueno y qué suerte tienen...se ponen a partirlo y según  van haciendo porciones, el roscón va creciendo...el encargado nos dice que vayamos cogiendo, que estamos todos invitados, yo pienso que  no va ha haber para todos, pero según vamos sirviendonos, el roscón sigue aumentando de tamaño, y finalmente después de que todos hemos comido, quedan raciones de sobra y aun roscón sin partir.

El sueño se parece al milagro de los panes y los peces. Me viene a recordar que en el Universo hay abundancia para todos, y que en la medida en que compartamos la abundancia con los demás nuestra abundancia crecerá, porque solo dando podemos darnos cuenta de la riqueza que tenemos.

Los dones que tenemos son regalos para compartir, y en la medida en que seamos conscientes del origen de nuestra riqueza, su origen sagrado, divino, mágico, representado por el Roncón de Reyes, veremos como esta crece ante nuestros  ojos de forma ilimitada, porque su origen, la  Fuente de la que proviene es infinita.

Esa fuente es nuestra propia Conciencia de Abundancia, es nuestro propio reconocimiento de la prosperidad que ya existe en nuestra vida, porque por mucho que creamos que no tenemos, tenemos mucho más de lo que pensamos, y agradecer y reconocer nuestra riqueza es el primer paso para transformar nuestra conciencia de carencia en conciencia de abundancia...y así permitir que el hilito de agua que mana de nuestra fuente se vaya convirtiendo en un caudal cada vez más amplio.

Porque todos sin excepción  tenemos mucho que ofrecer, mucho que compartir...el universo comparte mucho con cada uno de nosotros, nos ofrece mucho...nos ofrece la luz del sol, las ráfagas del viento, el agua de las nubes, la sombra de los árboles...y nosotros podemos ofrecer mucho...una sonrisa de animo, un abrazo de afecto, una mano de apoyo, una mirada de comprensión, un pensamiento creativo...

Tomemos conciencia de nuestra propia riqueza y de la riqueza que nos rodea para que el espejo del universo nos refleje la abundancia que existe en nuestra mirada...porque todo es del color del cristal con que se mira.