Llevo varios días sintiendo la presencia del amor de forma profunda y reflexionando sobre la importancia del amor en nuestras vidas, de abrirnos al amor, de expresar el amor, de permitir que el amor se exprese a través nuestra.
Así que hablemos del amor...
Siento que el amor es realmente lo único que importa, que es el motor del mundo, la energía que lo mueve todo, la única capaz de cambiarlo todo, transformarlo todo, sanarlo todo.
El Amor está, y la conciencia de este amor es nuestra salvación, la de nuestras relaciones, la de nuestro entorno, y la del planeta en su conjunto.
Todo mejora cuando somos capaces de darnos cuenta de que a pesar de las dificultades del día a día, estamos rodeados de un amor infinito, del cual la belleza de este lugar que habitamos es una de sus expresiones más alta.
Es importante que abramos nuestro corazón a esta fuerza que es realmente la única capaz de transformarlo todo, de transformarnos.
Cuando la percibimos podemos sentir que estamos vivos, que crecemos, que somos felices...el amor es el principal ingrediente de la fórmula secreta de la felicidad, e incluso yo diría, de la eterna juventud.
El amor lo sostiene todo, lo abarca todo, porque es infinito e incondicional, lo da todo sin pedir nada a cambio.
Podemos descansar en él, es nuestro mayor apoyo y nuestro mayor desafío.
En lo humano el amor empieza cuando a la energía roja de vida del primer chakra (Equilibrium B6 (rojo/rojo) de Aura Soma), le llega la luz de la consciencia y se vuelve rosa (Equilibrium B23, rosa/rosa)
Esta energía rosa comienza siendo auto-estima, seguridad en la vida y en uno mismo, confianza, amor a la vida, sostén y sustento.
En el primer chakra es donde realmente nos sentimos amados y sostenidos. Donde en el proceso de la auto-estima, comenzamos a amarnos a nosotros mismos gracias a la valoración que nos muestra la tribu, el amor que el otro nos expresa en sus gestos, en su mirada de reconocimiento y en sus palabras de aprecio.
Este proceso de amarse a uno mismo es básico para luego poder amar al otro.
Desde el primer chakra el amor se refleja en el mundo como abundancia.
La energía rosa del primer chakra asciende al segundo, y aquí se convierte en energía de intercambio y en fuerza creativa. (Equilibrium B76, rosa/oro)
Desde este chakra es desde el que creamos intimidad, y trascendemos la dualidad creando la unidad, reproduciendo la Unidad en el encuentro sexual.
El sexo desde el amor tiene el sentido de fundirnos en el Uno que somos, trascendiendo la polaridad masculino/femenino, para poder elevarnos en la consciencia del Amor Infinito.
Desde el segundo chakra el amor se refleja en el mundo como sincronicidad.
En el tercer chakra el amor se vuelca al colectivo, al mundo. Este chakra muestra nuestro poder, y es desde el que irradiamos con toda nuestra luz. Pero el poder personal sin amor es autoritario y abusivo. Busca competir por los recursos, tener más, prevalecer, llevar la razón, estar por encima del otro.
El poder del amor todo lo puede desde la armonía, la paz y el equilibrio, porque para quien es realmente poderoso, las demostraciones de poder son innecesarias, pues el amor aplaca con serenidad la fuerza bruta. (Equilibrium B22, rosa/amarillo).
Desde el tercer chakra el amor se refleja en el mundo como wu-wei (hacer sin hacer nada).
Cuando el amor llega al cuarto chakra, el corazón, ha entrado en el territorio del Ser, quienes somos realmente. Aquí habita nuestra chispa divina en un recóndito y minúsculo espacio de nuestro corazón. Esta chispa es desplegada y alimentada con la energía rosa que desde la tierra y a través de nuestros chakras ha ido ascendiendo.
La chispa se despierta y florece, y comenzamos a sentir el amor como un sentimiento único, realmente especial, y en este preciso momento nos damos cuenta que nunca antes hasta ahora habíamos amado.
Cuando empiezas a amar, lo amas todo, el amor no es exclusivo, es inclusivo. En el amor cabe todo y llega a todas partes.
Tiene el poder de convertir la disarmonía en armonía, la fealdad en belleza, la ansiedad en relajación, el miedo en paz, el egoísmo en generosidad.
Es nuestro mejor sentimiento y mayor tesoro, nuestra mejor cualidad, la verdadera esencia de la
divinidad en nosotros.
Desde el cuarto chakra el amor se refleja en el mundo como armonía en todos nuestros asuntos.
Una vez que el amor ha llegado a nuestro corazón ya es AMOR, y ahora el viaje de ascensión por los demás chakras es más fácil. (Equilibrium B21, rosa/verde)
Ya es más fácil manifestar, expresar, comunicar Amor desde la garganta cuando el corazón se siente a rebosar. Porque el amor no se puede ocultar, por lo menos no por mucho tiempo, el amor necesita ser expresado y compartido. (Equilibrium B34, rosa/turquesa)
Para ello no hace falta hablar de él, ya que el amor se convierte en una cualidad de la acción en la persona que lo alberga en su corazón, y se muestra en la energía con la que vamos haciéndolo todo. En lo más grande y en las cosas más pequeñas.
Vivir en el amor, sentir y expresar el amor, es vivir en coherencia con nuestra energía más alta, con nuestra verdadera esencia, y en armonía con la esencia de lo que todo está hecho.
Por eso, en esta energía que fluye en todo y lo sostiene todo se acortan las distancias, no hay separación ni límites, y todo está resuelto. Porque el amor es la energía que se encarga de todo con atención y cuidado.
Desde el quinto chakra el amor se refleja en el mundo como co-creación.
Cuando el amor se eleva al sexto chakra nos damos cuenta que el amor es un poder que unifica la mente, que ante él no puede haber separación. En este nivel sentimos claramente la mente del otro, sus procesos mentales, nos volvemos telepáticos y conscientes de la conciencia global, y de la consciencia que hay en todo. (Equibrium B35/B36)
Al igual que el amor modificó nuestra palabra y nuestra escucha en el chakra de la garganta, aquí va a modificar nuestro pensamiento. En una mente en la que prevalece el amor esto se nota en que es más optimista, no existe el miedo, genera pensamientos positivos, co-crea una vida en armonía con todo, prevalece la paz en los procesos mentales, todo lo entiende desde el amor, todo lo comprende, lo excusa todo, es una mente abierta al otro, que respeta al otro por encima de las discrepancias, y que valora la opinión del otro cómo valora la propia. Es una mente flexible, enfocada en el lado positivo de la vida y comprensiva.
Desde el sexto chakra el amor se refleja en el mundo como orden perfecto.
En el séptimo chakra el amor se funde en la Consciencia Divina, y ya solo somos uno con todo. A partir de aquí el amor rige y ordena nuestra vida, tomamos conciencia de la inteligencia perfecta que hay en todo, y de que todo es una única consciencia; el amor muestra la armonía del ser en nuestras acciones, y el mundo se convierte en un espejo del amor que hay en nosotros y que ahora llega desde arriba, desde nuestra conexión más alta. (Equilibrium B110, rosa iridiscente/magenta profundo)
Desde el séptimo chakra el amor se refleja en el mundo como Unidad.
Tomemos consciencia de que somos la única posibilidad que el amor tiene de manifestarse en el mundo, somos Amor encarnado, canales del Amor.
Este es nuestro servicio y propósito más importante como seres humanos, permitir que el amor actúe en el mundo, porque solo puede hacerlo en nosotros y a través nuestra.
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